La Renta Básica Universal es una lucha en la que muchísimas personas de todo el mundo vienen participando desde hace años. Su consecución parece hoy más cercana que nunca. La realidad que colectivos e investigadores económicos venían vaticinando nos ha chocado en la cara de un día para otro. Argumentos como el brutal descenso de necesidad de mano de obra para las empresas con la tecnología, que provoca bolsas de desempleo aún mayores que las que el sistema necesita para su correcto funcionamiento, o el de que serviría para evitar salarios de miseria como los que actualmente pagan muchos empresarios con la espada de Damocles de que, «si no lo quieres ahí fuera hay miles que lo cogen», ya, de por sí, merecen que se ponga en el tablero de debate para lograr su implantación. Entre medias, algunos argumentos más, como la auténtica tabla de salvación de supondría para miles de mujeres maltratadas por sus parejas y que no tienen otra forma de sustento para ellas y sus hijos e hijas que el dinero que ingresa el maltratador.
Todo ello sin recurrir al argumento más básico y claro. Un derecho fundamental: toda persona, por el mero de nacer, tiene derecho a un sustento mínimo para poder vivir.
Frente a estas premisas siempre ha estado el sistema capitalista, si bien hay economistas ortodoxos que han ido defendiendo paulatinamente la necesidad de la implantación de distintos tipos de ingresos mínimos. Pero no sólo en la derecha ha habido siempre detractores. En la propia izquierda también hay quienes huyen de esta prestación básica con distintos argumentos.
Por eso, porque la crisis sociosanitaria actual, que nos ha confinado en las casas y ha acabado de cuajo con el sustento mínimo de millones de familias, que han dejado de conseguir ingresos radicalmente, y porque el gobierno de España parece que pondrá en marcha una renta mínima para algunas familias, en Paradigma hemos visto imprescindible que ese debate se abra, se explique, se traslade a toda la sociedad con conocimiento y plasmación en realidades concretas de personas. Y para ello hemos venido contactando en las dos últimas semanas con personas que han trabajado el tema desde el punto de vista académico pero, sobre todo, desde la lucha social, o en ambas.
Por eso, tendremos a dos activistas de la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad: Marta Sánchez de Ron y Manolo Cañada. También participará otra activista incombustible, la andaluza Pura Sánchez, luchadora por el feminismo, el andalucismo, el memorialismo y los servicios públicos, principalmente la educación.
Además, participarán tres jóvenes activistas e intelectuales: tendremos a Mario Espinoza, Licenciado en Filosofía e Investigador Social. Activista empedernido es, además, Coordinador del Instituto para la Democracia y el Municipalismo. También a Sarah Babiker, Diplomada superior en Antropología Social y Política, jovencísima periodista y otra activista incansable. Recientemente escribía un artículo junto a Daniel Raventós, «Si el Gobierno es feminista, que decrete una Renta Básica» tremendamente ilustrativo. Y, para finalizar, estará en el debate también Julen Bollain, otro luchador «de las calles» que en su también corta edad ha estado presente en los movimientos sociales que afrontaron la crisis de 2008 desde los estudios y las plazas. Es economista especializado en Renta Básica Incondicional e investigador.
El debate se realizará, dadas las circunstancias, vía telemática a través de una plataforma libre de videoconferencias. Para conectarse, conforme se acerque el día de su celebración, iremos anunciando el enlace al que las personas interesadas tendrán que acceder. También estará colocado en las portadas de www.paradigmamedia.org y www.elsaltodiario.com.
Esperamos con este debate comenzar con el uso de esta herramienta que colabore al empoderamiento social a través del conocimiento, el diálogo y la colectivización de luchas.
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