Desde mucho antes de las doce de la mañana ya se notaba que la nueva manifestación por unas pensiones dignas en Córdoba iba a ser multitudinaria. Llegadas de diferentes barrios, varias columnas de manifestantes se agruparon en la Plaza de las Tendillas para marchar hacia la Corredera. Muchos jubilados, pero también gente joven consciente de que la protesta les concierne más a ellos. Ni la lluvia ni el viento ha frenado las movilizaciones en todo el país, tampoco en Córdoba. Una pancarta de la convocante «Plataforma Ciudadana para la Defensa del Sistema Público de Pensiones» encabezaba la marcha bajando por la calle Claudio Marcelo hacia la Plaza de la Corredera. Ambiente de enorme alegría al comprobar que la lluvia no empañó la protesta. «La juventud en la calle, jóvenes de espíritu», dice un hombre mayor mientras ríe. «Córdoba entera en la calle, como tiene que ser», replica una chica joven. «Más pensiones, menos ladrones» gritan desde otros grupos de convocados. Muchos y variados lemas resuenan a lo largo y ancho de la columna de paraguas: «nos vaciaron la hucha de las pensiones, vaciemos las huchas de los politicos del PP». También canciones de Paco Ibáñez con modificaciones de sus letras: «pensionistas unidos jamás serán vencidos» o la clásica y emotiva «el pueblo unido jamás será vencido».
La policía local baraja que asistieron unas 8.000 personas, pero pudieron pasar de 10.000 según estimaciones de los asistentes. Se volvieron a ver numerosas pancartas con diversas reivindicaciones por unas pensiones dignas y por su revalorización según el IPC, como se hacía antes de la impopular reforma aprobada por el Gobierno Rajoy en 2013. Más del 90% de los españoles exigen que las pensiones se calculen de acuerdo con el índice de precios al consumo en lugar del actual “Factor de Sostenibilidad” que vincula la pensión a la esperanza de vida actual, y que provoca cada año un pérdida de poder adquisitivo mayor.
A la protesta han acudido dirigentes y militantes de Izquierda Unida, Ganemos, Podemos, del PSOE y los sindicatos, todos mezclados con la multitud sin buscar protagonismo y bajo el anonimato que imponían los paraguas. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, ha acompañado el inicio de la corta marcha con la columna de los sindicatos. Una performance ha simulado cómo el actual Gobierno ha quebrado una hucha que superaba los 66.000 millones de euros en 2011 y que ha caído hasta los 8.095 en 2017.
No sólo se pide la revalorización según el IPC, sino también su blindaje en la Constitución y la imposibilidad de que el sistema de pensiones se vaya privatizando progresivamente. Igualmente, la derogación de las reformas laborales aprobadas por PSOE (2010) y PP (2012) respectivamente, que abarataron el despido y provocaron una precarización del empleo y el consiguiente debilitamiento de las cotizaciones a la seguridad social.
El periodista jubilado de la RTVA, Ángel Abellán, ha leído un manifiesto como en tantas otras ciudades del país, el mismo en todas ellas. Las exigencias no difieren respecto a anteriores movilizaciones;
1.- Que se abra un debate abierto en la sociedad sobre el sostenimiento del Sistema público de pensiones. Basta de vetos recurrentes e injustificables a propuestas progresistas que tienen como objetivo la mejora de las pensiones. Queremos debates en el parlamento.
2.- Que se tenga como interlocutor válido en los foros establecidos a los efectos y en el marco de las Comisiones Parlamentarias Correspondientes a la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones.
3.- No aceptaremos que se parchee el sistema de pensiones, como se hizo en otras ocasiones, y que pongan en cuestión otra vez la pervivencia del sistema
No nos desmovilizaremos hasta ver que nuestras justas reivindicaciones se someten a debate que aporten conclusiones adecuadas a la sociedad del siglo XXI y que garanticen la dignidad de los y las pensionistas.
Por ello no nos cesaremos en nuestro empeño en:
– Exigir la derogación de las reformas legislativas del 2011 y 2013, que fueron aprobadas con el único y exclusivo fin de finiquitar el Sistema Público de Pensiones y que han supuesto tanta precariedad para la sociedad, favoreciendo a los planes y fondos privados de pensiones.
– Demandar el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones públicas y rechazar el ridículo 0,25% de subida que el gobierno del PP viene aplicando para este año y los anteriores, provocando una constante pérdida del poder adquisitivo de las pensiones públicas.
– Denunciar la entrada en vigor el 1 de enero de 2019 del “Factor de Sostenibilidad”, como aberrante recurso para adaptar la cuantía del cobro de las pensiones a la esperanza de vida del pensionista.
– Recoger las pensiones como un derecho constitucional e incluir las mismas en los Presupuestos Generales del Estado.
– Restablecer la jubilación ordinaria a los 65 años.
– Exigir la jubilación anticipada con el 100% de la prestación, sin penalizar, con más de 40 años cotizados.
– Recuperación del subsidio para mayores de 52 años.
– Exigir de una vez el pleno funcionamiento de la Ley de Dependencia, eliminación del copago farmacéutico y restablecimiento de los derechos sanitarios.
– Y por supuesto, reducción hasta la desaparición de la brecha de género en las pensiones.
Porqué no sólo luchamos por unas pensiones justas para hoy. Nuestros hijos y nuestros nietos tienen derecho a ver con claridad sus expectativas de futuro que este país les depara. Hoy la realidad se impone y debe ser cambiada: la mejor de las generaciones debe emigrar porque nuestra economía no tiene suficiente fortaleza para abrigarlos, y tienen la desvergüenza de pedirnos que tengamos más hijos, para que sean otra vez los hijos de la emigración.
La tiene para especular, la tiene para precarizar el trabajo y los salarios, la tiene para recortar en sanidad, en dependencia, en educación, en derechos fundamentales recogidos en la Constitución, para hacer más ricos a los ricos y empobrecer cada día más a la clase trabajadora. Para eso si que tienen proyectos de futuro.
Compañeros/as: vamos a dedicar todo el tiempo que sea necesario para revertir las situaciones de injusticia de este país de manera que en poco tiempo no lo reconozca ni la madre que lo parió.
Tiempo lo tenemos abundante.
Es nuestra unidad, es nuestra fuerza, es nuestra convicción, es nuestra esperanza… es en definitiva nuestra dignidad. Y la dignidad no se negocia. Nunca negociaremos nuestra dignidad y nuestras exigencias de vida digna las defenderemos todos juntos y para todos donde haga falta, en la calle y en las instituciones.
¡ARRIBA LA MORAL, ESTA ES NUESTRA LUCHA.
UNIDOS, VENCEREMOS!»
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