En el Día Internacional contra la LGTBIfobia, que se conmemoró el martes, 17 de mayo, la asociación Todes Transformando, TT Córdoba, ha solicitado, a través de un comunicado, a las instituciones andaluzas que se frene la oleada de discursos de odio hacia las personas trans y sus familias en la comunidad autónoma.
En una situación donde proliferan los discursos de odio en Andalucía, el Observatorio contra la LGTBIfobia recuerda que, en general, los delitos por esta causa han aumentado con respecto al año 2020 un 8%, siendo alarmante y gravísimo que, dentro de ellos, los casos de transfobia se hayan triplicado, del 10% en 2020 a un 28% en 2021.
«Denunciamos que las políticas públicas LGTBI han sido toda una puesta en escena en fotos, repartos de guías y titulares, que han vendido a bombo y platillo promesas, incumplidas a la larga, como que la Consejería de Igualdad se personaría en los casos de delitos de odio, lo que no ha hecho en ninguno de los 367 casos contabilizados en 2021, según el informe», indica el colectivo.
Tampoco se han implementado políticas para la empleabilidad de las personas trans, contraviniendo el mandato de la Ley Trans andaluza de 2014 y la Ley LGTBI de 2017, ni se garantiza la aplicación de los protocolos en el ámbito sanitario y educativo referidos a la protección de las personas trans, pues son muchos los casos en que se niega y obstaculiza el ejercicio de los derechos recogidos en estos y emanados de la legislación andaluza.
Concretamente, el régimen sancionador de la Ley LGTBI está siendo papel mojado ya que, a pesar del creciente índice de los discursos de odio y anti derechos trans, no hay voluntad política para implementarla. Además, en este contexto, la Administración andaluza ha retirado el apoyo a los programas que se venían desarrollando desde hace muchos años por las entidades más representativas de la población trans y sus familias, impulsoras además de la pionera Ley Trans andaluza y los protocolos educativo y sanitario para las personas trans.
También advertimos la inexistencia de una vocalía trans en la comisión permanente del Consejo Andaluz LGTBI, una anomalía en el diseño de este consejo, que no ha previsto que la voz de las personas trans, uno de los eslabones más débiles del colectivo, esté asegurada, como lo está en los demás consejos LGTBI estatal, autonómicos y municipales.
Y a todo esto se une la amenaza que la ultraderecha ya ha expresado en esta precampaña electoral, de derogar las leyes trans y LGTBI. Las personas trans y LGTBI han aportado mucho a la construcción de nuestra sociedad democrática, inclusiva y diversa y, en concreto, las personas trans pusimos a Andalucía a la cabeza de Europa en el mapa del reconocimiento de los Derechos Humanos. Por ello, no están dispuestos a retroceder y es un deber de las instituciones poner en marcha los mecanismos necesarios que el Estado de Derecho tiene para proteger nuestro derecho a ser iguales en nuestra diversidad.
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