Como cada lunes, cerca de un centenar de flautistas anticorrupción de todos los colores acudieron en la mañana de ayer a ensanchar la columna yay@fláutica. La plaza de las Tendillas fusionó los grises de los pensionistas, con el rojo de la tradición obrera, con el malva feminista, con todos los colores del cansancio rebelde ante la corrupción.
Sin banderas patrioteras o partidistas, en un único concierto de ideas, entonaron una sinfonía coral y rebelde contra los sujetos y partidos fabricantes de pobreza y desahucios, contra los habilidosos muñidores de recortes en educación, sanidad y pensiones públicas, contra los piratas de la socialización de pérdidas y acumulación minoritaria de ganancias, contra los ilusionistas de másteres tramposos y evasiones de capital.
La invitación yay@fláutica a los movimientos sociales de la ciudad ha sido generosamente respondida. Y la plaza de las Tendillas sucumbió hoy al abrazo total de su circunferencia por una cinta limpia y dorada, llena de ideas transparentes y firme determinación.
«A la calle hay que salir siempre, y, desde luego, cuando tenemos gobiernos corruptos, tenemos un país a la cabeza en corrupción, eso hay que denunciarlo. También hay que denunciar que quien vota a un corrupto es cómplice… todo eso lo expresamos en nuestras pancartas cada vez que nos movilizamos: «rescatan banqueros y desahucian obreros; corrupción es explotación al pueblo… Todo eso lo denuncia nuestra columna amarilla, siempre en silencio, junto con otros compañeros convocados, porque el silencio es un grito a la ciudadanía para que se conciencie de que entre todos podemos cambiar las cosas», transmitió a Paradigma uno de los yay@flautas asistentes.
Felicidades a los yayos por la convocatoria de este lunes y de tantos lunes. Y enhorabuena al redactor o redactora de la noticia: descriptiva, cargada de emoción y poesía y, sobre todo, de esperanza. Gracias.