En una semana marcada por la persistente lluvia, la Ecomarcha consiguió terminar completamente su recorrido, aunque, como declaran las personas que han participado, «no ha sido fácil; ha supuesto un gran esfuerzo y determinación». Hay que recordar que las etapas en bici tenían una media de 65 kms., terminando en polideportivos cedidos por los ayuntamientos para pasar la noche, con condiciones de confort y descanso escasas.
La marcha se inició en Córdoba dirigiéndose por pistas de servicio de los canales de riego, hacia Almodóvar, Posadas y Palma del Río, donde las participantes pudieron observar la fertilidad de las riveras y los beneficios del río, tanto en los suelos como en la disponibilidad hídrica.
La marcha continuó por la provincia de Sevilla, ya con el temporal de viento desatado, hasta Villaverde del Río, con parada para conocer obras hidráulicas como el llamado “Canal de los Presos”, recibiendo las explicaciones de personas activistas en materia de Memoria Histórica en la provincia de Sevilla.
Antes de llegar a Sevilla, la Ecomarcha se detuvo en el lugar donde se llevarán a cabo los vertidos procedentes de la actividad minera que la Junta de Andalucía pretende reactivar en Aznalcóllar. En la presa de Alcolea del Río, analizaron lo que está suponiendo para todo el Estuario del Guadalquivir: una barrera infranqueable para la fauna estuarina que, como al esturión, impide subir para desovar, llegando hasta provocar su extinción; o el rebote de la marea procedente del Atlántico, que es el causante de la turbidez del rio aguas abajo; o las perdidas de nutrientes del río hacia el mar y su afección a la Reserva Pesquera de Sanlúcar, la pérdida de aportes sedimentarios con afección a las playas de Cádiz y Huelva, y la salinización del agua del estuario.
Tras de cruzar la cuidad de Sevilla y conocer la dársena que se ve en la ciudad y las Cortas de La Cartuja y de Tablada, la Ecomarcha continuó para albergarse en Coria del Rio. La continuación hacia Trebujena, ya en la provincia de Cádiz, fue una lucha contra un viento que, en zonas abiertas como las de Lebrija y Los Palacios llegó a rachas de 80 Kms./hora.
La acogida a la Ecomarcha por el grupo Río Limpio de Ecologistas en Acción de Trebujena fue excelente, entrañable y reparadora, siendo informadas las personas que componían la marcha cómo, por ahora, se ha denegado el proyecto de urbanización de la marisma desecada.
La siguiente etapa se realizó el viernes junto a un crecidísimo río Guadalquivir y a una repletas marismas, donde tuvieron ocasión de observar la rica avifauna de la zona (flamencos, espátulas, moritos, cigüeñuelas, milanos…)
La Ecomarcha entró en Sanlúcar por el Pinar de La Algaida, con observación de la avifauna de las nuevas “pajareras” y de la laguna del Tarelo. Después de una reparadora comida en Bonanza, se dirigieron por el paseo marítimo de Sanlúcar hacia el punto de vertido a la playa procedente de la red de aguas residuales urbanas y que Ecologistas en Acción de Sanlúcar viene denunciando reiteradamente.
Junto a la desembocadura y a la vista del Atlántico, se realizó una pequeña puesta en común de lo observado y aprendido sobre el río y sus necesidades más apremiantes: la revisión de la presa de Alcalá, la recuperación de las riveras, la revisión del cauce desde Sevilla y la inutilidad de nuevas presas en un rio cuya actual capacidad de embalse supera lo que precipita en la cuenca.
El sábado, la Ecomarcha se dirigió al Puerto de Santa María, donde terminó después de conocer el Parque de los Toruños y el plan de recuperación del Chorlitejo Patinegro.
En la nota de prensa enviada a los medios de comunicación, Ecologistas en Acción ha querido mostrar su agradecimiento a los Ayuntamientos de Córdoba, Palma del Río, Villaverde del Río, Coria del Río, Trebujena y Sanlúcar, así como al Parque de los Toruños en el Puerto Santa María.
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