La Asociación de Guías Turísticos e Intérpretes de Patrimonio INGUIATE se distancia de las declaraciones de APIT y de su portavoz, en referencia a la resolución del Defensor del Pueblo Andaluz instando a la Junta a terminar con la titulación extra que se exige para poder ejercer su profesión en el interior de la Mezquita-Catedral.
Esta Asociación, que reúne a un nutrido grupo de profesionales del turismo tanto de Córdoba y provincia como de Andalucía, se muestra crítica con las declaraciones de APIT Córdoba, al considerar que este colectivo se erige en representante de toda la profesión y, al mismo tiempo, se muestra indiferente ante el atropello que supone para una inmensa mayoría de compañeros que, tras años de estudios y de experiencia, ven limitada su actividad de manera arbitraria, como así lo ha constatado el Defensor.
Una situación así sería impensable en cualquier otra profesión. “Podemos trabajar en el Coliseo de Roma, en el Partenón o la National Gallery de Londrés, pero tenemos vetado el acceso al principal monumento de nuestra ciudad”, exponen desde INGUIATE.
Tras la comunicación a la Consejería de Turismo de la Junta, para que eliminara ese requisito que la Oficina del Defensor califica de «limitante e irregular», la portavoz de APIT Córdoba manifestó que “nosotros nos limitamos a estudiar para acreditarnos para las habilitaciones en cualquier ciudad y para cualquier monumento”, dando a entender que la inmensa mayoría de compañeros que están excluidos por esta arbitrariedad no “han estudiado lo suficiente”.
En cambio, INGUIATE explica que toda persona con acreditación oficial ha tenido que demostrar una serie de requisitos, que son públicos y los establece la Junta de Andalucía. Además de ser políglotas, cualquier guía ha de certificar una formación universitaria muy específica. Sin embargo, lo que ocurre en la Mezquita-Catedral no es una cuestión de formación sino más bien un “siempre se ha hecho así” que en el año 2025 ha escandalizado incluso al Defensor del Pueblo cuando ha tenido conocimiento. Esto «crea un perfil profesional de primera y segunda división en base a una visión torticera de la normativa de turismo», según la asociación de guías.
Para INGUIATE, resulta paradójico que desde APIT Córdoba no se pronuncien sobre el polémico requisito, que el Defensor del Pueblo Andaluz considera irregular, pero que al mismo tiempo establezcan como condición sine qua non contar con la acreditación del Cabildo para formar parte de su asociación. «Han incorporado a sus estatutos una titulación irregular, por lo que la connivencia y su posicionamiento es más que evidente. Y es que, por otro lado, son los principales beneficiarios directos de esta situación al gestionar de manera preferente y casi exclusiva el ingente volumen de negocio que genera el monumento Patrimonio de la Humanidad, gracias a esta anomalía».
Desde INGUIATE consideran que con este posicionamiento APIT legitima una anomalía que afecta a la mayoría de trabajadores del sector, asumiendo como propia una irregularidad que perjudica a los compañeros que quieren desarrollar su actividad en Córdoba. Añaden, además, que APIC ejerce un férreo corporativismo hacia sus miembros, desentendiéndose del resto de compañeros y que, por lo tanto, consideran, su voz no representa al conjunto de la profesión.
Por ello, desde INGUIATE no consideran neutral este posicionamiento. Desde esta asociación, insisten en desmarcarse de las palabras de la portavoz de APIT; suscriben la resolución del Defensor del Pueblo; y exigen a la Delegación de Turismo y a la propia Junta de Andalucía que aplique la normativa vigente. «También mostramos nuestro apoyo y solidaridad con todos los compañeros que sufren este agravio, el cual genera perplejidad entre los visitantes y acarrea graves perjuicios económicos y de credibilidad a la gran mayoría de guías de Córdoba», concluyen.
0 comentarios