La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara denuncia que los “continuos cambios y permutas en la dirección de la delegación de participación no benefician en absoluto al buen funcionamiento” del órgano del Ayuntamiento “La Delegación de Participación Ciudadana de Córdoba no merece ser considerada como una Delegación menor y expuesta a continuos cambios y virajes para solucionar otras cuestiones consideradas de mayor transcendencia”, sentencia al inicio de su comunicado la directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, presidida por Antonio Toledano.
Se trata de un escrito que concluye reclamando al Ayuntamiento “que ponga todos los medios posibles para revertir la situación” ya que “realizar continuos cambios, tanto en la dirección como en la responsabilidad política, no es el modo más eficaz y adecuado para conseguir una Delegación de Participación Ciudadana que se ajuste a las demandas que hace el vecindario de la ciudad”.
El crítico comunicado, aunque deja al margen “los últimos acontecimientos políticos acaecidos en el Ayuntamiento” da cuenta del malestar de la Junta Directiva “por la consideración de esta Delegación como moneda de cambio o cajón de sastre, donde se puede admitir todo para paliar otras situaciones”.
Más aún, Al-Zahara recuerda que “la Delegación de Participación Ciudadana es fundamental en nuestra ciudad para articular, por ejemplo, las relaciones entre ciudadanía y administración, sea de forma particular o a través de asociaciones y colectivos. La configuración y funcionamiento de los centros cívicos, equipamientos fundamentales y básicos en los barrios y distritos, deben ofrecer programaciones socioculturales y prestar servicios de carácter personal, adaptados a las necesidades y demandas”.
Para la federación vecinal, “esta Delegación despliega sus actuaciones a lo largo y ancho de la ciudad y de sus barriadas periféricas a través de esos centros cívicos», por tanto, «su objetivo fundamental, indudablemente, es mejorar los cauces de comunicación para hacer de Córdoba una ciudad cada vez más abierta y participativa», un objetivo «complejo y primordial para, a su vez, mejorar la vida ciudadana”. Algo que se ve seriamente perjudicado “cuando esta delegación es considerada de menor interés dentro de la estructura municipal», donde su gestión «puede hacerla cualquiera y ser interrumpida en cualquier momento, sin consecuencias para la sociedad cordobesa”.
El escrito de la junta directiva de Al-Zahara afirma que “la arquitectura participativa, base democrática fundamental, es valorada, en este caso, como una maría, una delegación municipal refugio o de menor entidad que otras en las que su dedicación e interés pudiera quedar en el limbo de la espera”.
Por último Al-Zahara también considera que la Delegación de Participación Ciudadana “viene soportando en los últimos años una progresiva decadencia absolutamente alarmante» y está «siendo lastrada por circunstancias adversas”, que si bien están presentes en otras administraciones, como «la falta de personal, la falta de recursos», y en estos últimos tiempos el covid19, “es totalmente inadmisible para la ciudadanía que sea tratada tan injustamente por las últimas decisiones del Consejo de Gobierno”.
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