La junta directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, que preside Antonio Toledano, ha saludado la reapertura del debate sobre la imposición de la denominada “tasa turística”, ya implantada y consolidada largo tiempo en gran parte de países europeos y en otros puntos de España “sin que en ningún momento el turismo se haya resentido”, y después de que la federación vecinal “venga solicitando a lo largo de una década que se estudiara la viabilidad para su puesta en funcionamiento”. De hecho, así se reclamó por escrito en los dos últimos decálogos que la Federación llevó a los grupos municipales que se presentaron a las elecciones municipales de 2019 y 2023, una reivindicación para la que “nunca tuvo respuesta expresa”, señala el documento interno de Al-Zahara. La asamblea de la federación, incluso, ya respaldó en marzo de 2019 casi por unanimidad pedir la implantación de este canon.
Al respecto, la directiva de Al-Zahara, “sin querer hacer un reproche” y abogando por mirar al futuro, sí que se lamenta haber estado defendiendo la implantación de la tasa turística en solitario en “instituciones, foros, comisiones y consejos” en los que se encuentra representada, todo ello al considerarse la medida “totalmente perjudicial y en contra del turismo”. Para la federación, éste argumento además de no ser real no tiene en cuenta “el gasto que en muchas ocasiones supone utilizar servicios públicos puestos a disposición del turismo, algo siempre gravoso para las arcas públicas y que casi nunca repercute, por ejemplo, en el bienestar del vecindario”.
Más aún, la directiva de Al-Zahara, que destaca el peso del turismo sobre los barrios antiguos y cómo el proceso de gentrificación “angustia al vecindario del Casco Histórico”, se pregunta si la implantación de la tasa turística, sin tampoco “ser la panacea”, llegará al final “demasiado tarde” para ayudar a frenar ese fenómeno que encarece la vivienda y los locales, ocasiona molestias y termina expulsando a la población de sus casos históricos para convertirlos en parques temáticos turísticos.
Por otra parte, la Federación insiste en darle a la tasa turística en Córdoba “una consideración finalista, es decir, utilizar lo recaudado por ella para todas aquellas cuestiones que tengan algo que ver con el turismo y la calidad de vida de los residentes en los barrios monumentales, tales como seguridad, limpieza, accesibilidad, promoción, mejora de museos, etcétera”.
Al-Zahara, incluso, viene defendiendo que se consensue el importe de esta tasa “teniendo en cuenta factores como el tipo de alojamiento” o su aplicación a, entre otros grupos sociales, “familias numerosas, personas con discapacidad o colectivos vulnerables”.
La directiva de la federación vecinal, además, recuerda que la implantación de esta tasa es solo una de las iniciativas que precisa la ciudad, y particularmente los barrios del Casco Histórico, junto a otras medidas como el control de pisos turísticos, todo ello para obtener “un turismo sostenible, patrimonial y cultural” que frene una situación “que se está volviendo cada vez más insostenible”.
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