Como ya es tradicional, el próximo martes 9 de agosto la Asamblea Antinuclear de Córdoba(1) convoca una concentración con motivo del 77 aniversario del lanzamiento de las bombas atómicas sobre las poblaciones japonesas de Hiroshima y de Nagasaki. Durante la misma se procederá a colgar un senbazuru, compuesto de mil grullas de origami unidas por hilos.
La Asamblea vuelve a recordar la acción militar llevada a cabo sobre ambas ciudades, y que «como ha podido documentarse posteriormente, era totalmente innecesaria para concluir la Segunda Guerra Mundial, toda vez que Japón tenía ya decidida su rendición. Pese a ello, el presidente de Estados Unidos quiso probar esa nueva arma en condiciones reales y, de paso, lanzar una advertencia a su enemigo, la entonces Unión Soviética. No importó que para eso hubiera que arrasar ciudades enteras y masacrar a cientos de miles de personas«.
Este año, por desgracia, vemos más de cerca aún acciones como esta, tras la invasión rusa en Ucrania que nos recuerda la amenaza permanente de destrucción de la Humanidad. «El afán imperialista de los presidentes de Rusia y de Estados Unidos, apoyados por sus respectivos aliados, hacen planear de nuevo sobre nuestras cabezas la sombra de una guerra nuclear«, denuncian. Y lamentan que, una vez más, «es el pueblo, el ucraniano en esta ocasión, quien sufre las consecuencias dramáticas de una guerra cruel y devastadora«, sirviendo todo ello para revitalizar a la OTAN, a las políticas de rearme e incremento de gasto militar.
«Los colectivos y organizaciones que integramos la Asamblea Antinuclear de Córdoba volvemos a denunciar que la carrera armamentística que mantienen las grandes potencias mundiales no solo es una amenaza para la seguridad y supervivencia de la vida en la Tierra sino una absoluta inmoralidad, al dedicar ingentes recursos monetarios, materiales, de investigación y de trabajo a crear armas mortíferas en lugar de dedicarlos a garantizar la vida y la salud de la Humanidad. Por eso exigimos que el Gobierno español, tal como se comprometió, ratifique el Tratado Internacional sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, auspiciado por Naciones Unidas, que ya han suscrito 122 países pero rechazó firmar en 2017 Mariano Rajoy, obedeciendo a los intereses de la OTAN y Estados Unidos«, recuerdan desde la Asamblea Antinuclear de Córdoba, quienes tampoco olvidan los riesgos del «uso civil» de la energía nuclear que ocasiona contaminación radioactiva que perdura durante siglos, «como nos siguen recordando las secuelas de Chernobyl y de Fukushima«.
Desde la Asamblea se temen que la actual crisis energética está constituyendo un pretexto para que muchos países vuelvan a apostar por la energía nuclear en lugar de replantearse un verdadero cambio de sistema productivo, económico y energético. Y anuncian que van a volver a exigir al Gobierno español el cierre de los siete reactores nucleares funcionantes en nuestro país, así como un plan de control y cierre del cementerio nuclear de El Cabril en nuestra provincia.
(1) La Asamblea Antinuclear de Córdoba está compuesta por:
Alianza Verde.
ANIDA.
Córdoba en Común.
Ecologistas en Acción Córdoba.
HORNASOL, Asociación Ecologista de Hornachuelos.
Ingeniería sin Fronteras, ISF.
Izquierda Unida (IU-LV-CA).
Partido Comunista de Andalucía, PCA Córdoba
Podemos.
USTEA.
Verdes EQUO.
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