El colectivo medioambientalista ha criticado que la eufemísticamente denominada “Orden por la que se establece la acreditación y las funciones de las personas controladoras de predadores cinegéticos y se aprueban los métodos de captura de predadores cinegéticos homologados a usar en la Comunidad Autónoma de Andalucía”, no es, en su opinión, sino «una estratagema para autorizar la captura de los meso depredadores del monte mediterráneo, retrotrayéndonos a la época en que se denominaban “alimañas” y se promovía por la propia administración su caza por medio de las “Juntas de extinción de Animales Dañinos”, que funcionaron hasta 1970″.
Y denuncian que la Consejería, sin existir censos de depredadores ni informes contrastados de daños de los depredadores, asegura para justificar esta Orden que “Los depredadores generalistas han situado a muchas poblaciones silvestres a unos niveles mínimos… ”. Esta pretensión de eliminar a los depredadores, aseguran, «es una cesión más al lobby cinegético, por intereses económicos a corto plazo. Hay que destacar que el sector de cazadores es muy minoritario en Andalucía. Sólo practican la caza unas 200.000 personas, el 2,37%, y el número de licencias de caza está en constante regresión«.
Para justificar estas medidas, Ecologistas en Acción lamenta que se asegure, inciertamente, que los zorros causan daños a la fauna silvestre o al sector cinegético, pero no se tiene en cuenta el papel que tienen en el control de roedores como ratas, ratones y topillos. Se invocan daños a las poblaciones de conejos, pero simultáneamente se aprueban medidas excepcionales de caza de conejos debido a que, se asegura, hay superpoblación y causan daños a la agricultura.
Por eso, opinan que con esta Orden, de facto, la Junta de Andalucía otorga de derecho la propiedad de la fauna cinegética a los propietarios de las fincas donde vive, al defender que los daños a estas especies son daños a la propiedad. En su opinión, esto contradice el Código Civil, que considera a los animales que se pueden cazar «res nullius«, por lo que la actividad de los depredadores sobre sus presas no son daños a la propiedad de los cotos de caza.
En realidad, Ecologistas en Acción cree que la Consejería pretende con esta Orden avalar el insostenible y productivista modelo de gestión cinegética en Andalucía, que concibe la caza como la explotación intensiva de un recurso natural, que es patrimonio común, utilizando los cercados cinegéticos y el control y eliminación de depredadores, con graves afecciones a la biodiversidad.
«Esta Orden choca con una sociedad cada vez más sensible a la protección de las especies silvestres y contra el maltrato animal. Los métodos de captura que se pretenden autorizar -lazos y jaulas-trampas-, causan un sufrimiento innecesario a los animales, que se ahogan lentamente o mueren en las jaulas por falta de agua y comida«, aseguran.
El colectivo aporta alternativas a este sistema atávico de persecución y eliminación de depredadores, como son reducir la presión cinegética y recuperar los equilibrios ecológicos en los ecosistemas andaluces, con la recuperación de los grandes depredadores y la aprobación y financiación pública de medidas preventivas y compensatorias a la acción de los predadores sobre el sector de la ganadería extensiva.
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