Los padres y madres de los 51 alumnos de tres y cuatro años del colegio morileño seguirán dejando las aulas vacías hasta que la Delegación de Educación atienda al alumnado con necesidades educativas especiales en esta franja de edad. Del total de alumnos ocho tienen este perfil.
De manera unilateral la Delegación de Educación ha suprimido dos líneas en estas franjas de infantil para el presente curso escolar. De esta manera, el centro pierde en su plantilla a dos maestras de infantil y a la de apoyo, que hasta entonces también reforzaba la atención de estos menores con necesidades educativas especiales.
Además con la unificación de unidades, el número legal de alumnos y alumnas por clase se sobrepasa. En infantil de cuatro años la ratio quedaría en 27 alumnos y alumnas cuando lo permitido legalmente son 25.
El grupo de madres y padres afectados tampoco entiende que en plena pandemia en el colegio se queden dos aulas cerradas cuando los expertos recomiendan la reducción de las ratios en la lucha contra el covid-19. De no desdoblarse las mismas uno de los alumnos no podría asistir al tratarse ser de alto riesgo.
El pasado día 10 de septiembre los padres y madres de los alumnos y alumnas de infantil de tres y cuatro años del CEIP García de Leániz decidieron no llevar a los menores a clase hasta que se les de una solución. Una medida que han adoptado después de manifestarse a las puertas de la Delegación de Educación el pasado día 9 de septiembre y haber mantenido un encuentro con la responsable, Inmaculada Troncoso. Los padres y madres afectados también han puesto en manos del Defensor del Pueblo Andaluz esta reivindicación y mantienen contacto directo con este organismo, que ya ha iniciado la mediación pertinente con la Consejería de Educación.
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