Una vez finalizado el curso, solemos echar la vista atrás y sopesamos los sinsabores y alegrías que nos regaló este periodo. Un periodo cargado de novedades y de las que no parece que vayamos a salir a corto plazo.
Pero la guinda del pastel ha sido comprobar que nuestra justicia vuelve a hacer aguas condenando a dos docentes pese a sentenciar que el trabajo realizado fue el correcto. En esa sentencia donde se recoge que los protocolos establecidos respondían a norma, que los permisos familiares eran los necesarios, que los seguros contratados eran los precisos y que todo funcionó correctamente salvo un detalle: el de no hacer los suficientes recuentos.
¿Cuántos recuentos son los que marca la norma? Ninguno ¿Cuántos son los suficientes? Nunca lo sabremos. Eso quedará para el análisis de otras personas. Lo que sí sabemos es que se culpabiliza a dos profesionales que han realizado su trabajo correctamente y que vivirán con la eterna carga y el recuerdo de la pérdida.
El accidente tuvo lugar en un espacio donde todas hemos remojado alguna vez los tobillos y algo más, donde Guardia Civil y Bomberos informaron en el juicio que era un lugar apto para bañarse y donde ni los propios compañeros y compañeras que compartieron el fatídico momento se percataron de nada. En una sociedad acostumbrada a heroizar cada poco tiempo, seguimos con la guillotina de la responsabilidad.
Y llegará el momento de pensar en actividades extraescolares. ¿Quién se arriesga a plantear una? ¿Cuándo es segura? ¿Cada cuánto hacemos un recuento? ¿Por qué me hacen firmar un papel cuando me saco una muela para exonerar de responsabilidad al dentista y los de esta excursión no sirvieron para ese propósito? ¿Dejamos de hacer actividades extraescolares entonces? ¿Quién enseña esa parte del currículo? En caso de accidente, ¿quién será el culpable de mi dolor?
Arropamos a la familia, como no puede ser de otra forma. Acompañamos su dolor, como debe ser. Pero esta compañera y este compañero pasearán con el suyo eternamente junto al señalamiento judicial de la culpa.
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