En pocos días termina una nueva campaña electoral en la que los partidos llenan de publicidad y papel nuestras casas, donde las redes sociales echan humo con más ocurrencias que propuestas serias, donde a nivel municipal, salvo algunas excepciones, los candidatos bien podrían formar parte de la misma candidatura electoral ya que no se percibe modelos de ciudad distintos y comparados. Sus propuestas a veces no se distinguen y hasta se complementan, ni se ofrece como mensaje principal del programa una proyección de ciudad pensada para medio y largo plazo .
En el debate, el modelo de ciudad tiene un papel secundario. Se prioriza más en lo particular e identitario, en las percepciones y gustos subjetivos en detrimento de asuntos verdaderamente relevantes y comunes como el papel que ocupa ahora Córdoba en Andalucía y en España y cual debe tener a partir de mañana. Apenas se ha hablado de las obligaciones de la estabilidad presupuestaria, la financiación de los Ayuntamientos o del art 135 de la C.E. Una oportunidad perdida para que el cordobés sepa qué es eso de la Agenda 2030 y cómo hemos de adaptarnos a ella, o para qué sirven esos los fondos “Next generation”. Ambos no son más que instrumentos para seguir protegiendo el actual sistema económico productivo de empresas y grandes corporaciones, muchas deslocalizadas y otras que tributan muy lejos de aquí. ¿Dónde queda el papel del vecino como principal benefactor de las políticas públicas?
Nuestros nuevos concejales electos pertenecerán a partidos que asumen una organización militar como la OTAN , que apoyan a una parte de la guerra que hay en el este de Europa en lugar de priorizar por la paz. Pero nos dirán que para proteger el planeta no usemos tanto el coche y cojamos una bici para ir y volver al trabajo aunque estemos a 40 grados, y de paso plantemos un árbol o adoptemos una meceta.
El domingo los colegios electorales se llenarán de millones de papeletas de las que sólo unas pocas se depositarán en una urna. Se tirarán las demás. En estos días tan importantes, los partidos políticos y las administraciones se olvidarán de la sostenibilidad y el calentamiento global, solo tienes que abrir tu buzón estos días . El derroche en papel y el mal ejemplo es de tal magnitud que a nadie se le ocurre fomentar el voto digital o hacer cabinas electorales de impresión electrónica y/o digitales .
Y así estamos, y estaremos hasta la próxima bicimanifestacion o la nueva hora del planeta. Lo mejor sin duda estos días ha sido el acto homenaje que el diario.es y Cordópolis hicieron a Julio Anguita en el Rectorado de la Universidad, para recordarnos qué es la política en su sentido más noble.
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