Se llama Esther Likona. Accedió sin dudarlo a atender a Paradigma para esta entrevista. Ella es “lanzada”, no tiene miedo a nada ni a nadie y la vida le ha hecho pasar por situaciones en las que el riesgo personal nunca fue obstáculo para decir y hacer lo que creía conveniente, para ella y para el conjunto de su “clase trabajadora”. Siempre luchó por los derechos y las libertades.
Ella y Luis Moreno, componentes de la Plataforma Cordobesa en Defensa de las Pensiones, salieron ayer lunes 30 de septiembre a las 8’00 junto a las 15 mujeres y hombres pensionistas que partieron de Rota el pasado día 21. Hace unos días, cuando conocimos que se animaban a marchar, pudimos compartir un café con Esther para que nos contara por qué tomaba esta decisión y cómo veía ella la situación para las personas pensionistas.
¡Ni se nos ocurriría preguntarle su edad!. Pero está prácticamente recién jubilada. Nadie lo diría. Esther es pura vitalidad y fuerza. Y la mente, a pleno funcionamiento. Se le une la conciencia clarísima de clase con la firmeza de sus convicciones. “Nunca nos regalaron nada”. Esta frase se repitió varias veces en la hora y media que duró la charla. Esther no es cordobesa. Tampoco es madrileña, aunque pasó allí la mayor parte de su vida laboral. Ella es de Santurce, Bizkaia, y aunque lleva con orgullo que los y las pensionistas euskaldunas han sido el ejemplo para el resto del Estado, también les da su palito: “Van a estar menos tiempo en la carretera que la columna sur”. Esther llegó a Córdoba en mayo de 2017 para estar con su hija, que vive y trabaja aquí.
Esther pasó por artes gráficas. Luego llegó a Indra, de dónde salió por un ERE en 1996 por el que tres días antes no iba a salir, pero que, seguramente como consecuencia de su actitud luchadora en la empresa, el dedo la señaló. Como teleoperadora y vendedora de lo que pillaba terminó su vida laboral, por lo que su pensión ha quedado, después de trabajar 42 años y cotizar el tope durante 25 años, en 767€ con los que va tirando como puede.
Lleva varios días usando las zapatillas (dos pares) que llevará para el camino, en las largas caminatas que da con otra activista ejemplar del Sector Sur, Carmen Hidalgo, su amiga y compañera en la Plataforma y en el Colectivo Yay@flauta.
Paradigma: Cuando estabas trabajando, ¿pensaste alguna vez que podríamos llegar a esta situación de peligrar las pensiones públicas?
Esther: Era inimaginable en aquel momento pensar que habría que volver a luchar por ellas. Costó mucho conseguirlas y, poco a poco, han ido desviando el dinero para otros menesteres. Es increíble que siempre se use el dinero que aportamos para castigarnos a los más débiles. En este caso, los pensionistas. Pero es de forma generalizada.
Paradigma: ¿Quiénes crees que son los ideólogos de este ataque a las pensiones?
Esther: Son poderes que se me escapan, que están por encima de los gobiernos, que no les sé poner nombre. Sus líderes manejan a los políticos a su antojo. Su idea es privatizar la economía, privatizarlo todo y a nivel mundial. En el caso de las pensiones, su objetivo es que pueda tener una pensión el que se la pueda pagar en un plan privado, y el que no pueda, se morirá de asco. Lo mismo con la sanidad, que acabará siendo privatizada totalmente si no nos movilizamos. Ya han empezado haciéndonos pagar por los medicamentos que antes los cubría la Seguridad Social para pensionistas.
Paradigma: ¿Desde cuándo estás en la Plataforma Cordobesa en Defensa de las Pensiones Públicas?
Esther: Desde febrero de 2018.
Paradigma: ¿Cuáles son las principales reivindicaciones de la Plataforma?
Esther: La primera, que no puede haber ninguna pensión por debajo de los 1.080€, tal y como exige la Carta Social Europea. Lo segundo, no al 0’25% (se refiere a la subida anual calculada para la pensiones). En tercer lugar, exigimos estar presentes en el Pacto de Toledo. En cuarto lugar, no a los copagos. En quinto, que las pensiones no contributivas pasen del actual 60% al 85% de la original. Estos casos son especialmente sangrantes en los casos de las viudas, generando uno de los colectivos donde la brecha de género es mayor, provocada en gran medida por una sociedad patriarcal donde hasta hace muy poco el que trabajaba siempre era el hombre. Por último, reclamamos que se deroguen las últimas reformas laborales, que han supuesto que la gente joven, más formada y titulada que nunca, tenga que trabajar con contratos basura o largarse al extranjero para poder tener una vida medio digna. La juventud no tiene posibilidad de hacer un proyecto de vida. En vez de poner su conocimiento al servicio de nuestra sociedad, legislando para que tengan condiciones dignas, preferimos que se lleven su trabajo al extranjero.
Paradigma: ¿Crees que el PSOE, que ha estado en el gobierno en el último año, ha tenido intención de apostar por las pensiones públicas?
Esther: En este tema hablo a nivel personal, no represento a la Plataforma. Y, aunque intento dejar siempre el tema partidista a un lado, la realidad me dice que, cuando el PSOE tuvo que posicionarse en el Parlamento Europeo ante la Privatización de las Pensiones, en la votación definitiva se abstuvo.
Paradigma: ¿Cómo vives la situación de falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para formar gobierno? ¿Crees que han puesto todo lo posible en el empeño?
Esther: Pues aquí también hablo a título particular. Creo que, aunque seguro que ambas partes pudieron hacerlo mejor, el principal responsable ha sido el PSOE, que, claramente, no ha tenido ninguna intención de pactar con Unidas Podemos.
Paradigma: ¿Qué opinión, también tuya, te merece la postura de los sindicatos mayoritarios, CC.OO. y U.G.T. en el tema de las pensiones?
Esther: Pues me sale la palabra “vergonzosa”. Estos dos sindicatos llevan muchos años sin hacer nada por la clase trabajadora. ¿Cómo van a defender de verdad, no de boquilla, las pensiones públicas cuando gestionan planes privados de pensiones?
Paradigma: ¿Por qué te has decidido a unirte a la Marcha hacia Madrid? ¿Qué opina tu familia?
Esther: Pues porque es muy cómodo y fácil animar a través del WhatsApp. Menos aplausitos y más ponerse en marcha. Mi familia está encantada de que lo haga. ¡Total! Ya saben que soy una ingobernable.
Paradigma: ¿Qué crees que te espera en los 15 días que vas a estar caminando?
Esther: Pues espero estar con gente luchadora, que va más allá de quejarse en el bar, en el centro de mayores o en las comidas familiares. Desde el sillón no se defiende la pensión.
Paradigma: ¿Qué opinas de la actitud de gran parte de la clase trabajadora antes la situación actual?
Esther: Es una pena lo que hemos ido perdiendo por nuestro pasotismo, porque todo lo que ganamos fue luchando. La clase trabajadora ha de pelear para conseguir sus derechos. Cuando a un trabajador le dan 20 es porque se merece 30. Hay que dejar de ser conformista, salir a la calle, pelear lo nuestro. No podemos estar pensando en que los representantes políticos en las instituciones lo van a hacer por nosotros.
Paradigma: ¿Qué mensaje lanzarías a trabajadores y trabajadoras?
Esther: Pues me dirigiría a la sociedad cordobesa, a los y las trabajadoras. Cuando llegué, Córdoba tenía fama de reivindicativa. A mí me da pena verla como está ahora mismo. La gente tiene que volver a la movilización, no quejarse solamente en los bares. Nadie nos va a regalar nada si no lo exigimos. Y si hay Ley Mordaza o la policía actúa de forma represiva, la clase trabajadora siempre ha sido consciente de ello y lo ha asumido. La historia está ahí y dice cómo hemos conseguido lo mucho o poco que llegamos a conseguir.
Paradigma: Gracias Esther. ¡Buena marcha y nos vemos en Madrid el día 16!
Esther: ¡Allí nos veremos, si aguanto! (risas)
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