En un comunicado en el que también anuncian dos encuentros on line y la acción que el próximo lunes 3 de mayo vuelven a tener convocada en las puertas del Ayuntamiento de la ciudad, la Plataforma también ha salido al paso de la situación de enfrentamiento civil a la que está llevando al país la ultraderecha, principalmente por parte de VOX. Este es el comunicado íntegro de la Plataforma:

Al odio, que hay que combatirlo y no dejarlo entrar, le hemos dado cabida en nuestra sociedad a través de una formación política que lo promueve, lo difunde, lo utiliza, lo escupe. Somos muchas las personas que alertamos sobre ello: son fascistas y les estamos dejando entrar. Ahora ya es tarde, ahora ya están aquí. Alzados sobre los escaños (estatales, autonómicos y municipales) de una democracia que solo quieren como táctica militar: para tomar posiciones.

A golpe de soflamas que convencen por su simplicidad: que se corte el gasto en políticos y consejeros, que se levante el toque de queda, que se expulse a los migrantes porque nos roban y nos violan, que los pobres son unos mantenidos, que nos ocupan las casas. Mentiras abonadas con la ignorancia y la desafección políticas.

Era tan burdo, tan zafio su discurso que se restó importancia a su capacidad de calar. No importó que entre sus filas hubiera nazis, que sus estrategias lo sean.

Y ahora tenemos un problema: con la legitimidad de sus votos, ahora se sientan en un debate electoral como si no fueran el fascismo que son y acusan de inventarse la bala al candidato que la recibió en un sobre y acusan de activista a la periodista que trata de moderar y ofenden e insultan y agreden y vuelven a mentir. ¿Y ahora qué?

Cuando ya tomó posiciones en el escaño, en la televisión, en la emisora, parece muy difícil actuar ante el fascismo. Si aceptas que el odio esté en el tablero de juego, lo blanqueas y normalizas. Si no lo aceptas, si lo expulsas, refuerzas el victimismo.

Por esa dificultad en saber actuar ante el fascismo, no fue expulsado del estudio de la Ser, se fue el amenazado de muerte y se quedó el veneno del fascismo y los demás tardaron en reaccionar y se quedaron sentados junto al fascismo. Ahora ya tenemos el problema, con la equidistancia cómplice de PP, Cs y la caverna mediática. Por no haber querido entender que al fascismo, ni agua.

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