Antonio Granadino
El contenido de este escrito responde únicamente al pensamiento del que suscribe, aunque, naturalmente, al formar parte de Ganemos Córdoba esté teñido con muchos de los principios de este espacio político ciudadano.
Ganemos Córdoba ya es una confluencia. Para adentrarnos en el camino de una posible confluencia de formaciones políticas con vocación transformadora, hay que proclamar desde el principio que Ganemos Córdoba es ya una confluencia en sí misma. Dicha confluencia se gesta el 17 de julio de 2014 en una asamblea, celebrada en el Centro Social Rey Heredia. Partidos y colectivos ciudadanos fuimos convocados por el Frente Cívico Somos Mayoría, con el fin de debatir entre todas las personas presentes la posibilidad de un frente común, que pudiera solucionar una situación social marcada por el poder de una minoría sobre la mayoría de la ciudadanía, creando un poder local democrático que pudiera dar respuesta a las necesidades y expectativas de la ciudadanía cordobesa. El debate dio como resultado la creación de la Asamblea Ciudadana de Córdoba, que más tarde pasaría a denominarse Ganemos Córdoba, cuyos rasgos esenciales serían: 1. Que sus integrantes lo son a título personal y 2. Que, en su momento, promovería una candidatura para concurrir a las elecciones municipales; integrando, de esta manera, el poder institucional con el poder social.
Más tarde, cuando GC decide presentarse a las elecciones locales de mayo de 2015 lo hace como Agrupación de Electores, desdeñando la fórmula de coalición electoral entre partidos. Esta decisión fue apoyada por los partidos políticos EQUO y PODEMOS, así como por numerosas asociaciones ciudadanas, cuyos integrantes formaban parte a título individual de la Asamblea de la Agrupación.
Momento actual. Hoy día, aunque no imposible, parece difícil repetir el éxito de las movilizaciones ciudadanas que dieron lugar a una recogida de firmas, con copia de cada DNI de los firmantes y excediendo en 2.000 las 5.000 requeridas legalmente como Agrupación; y a unas primarias abiertas a toda la ciudadanía, en mi opinión las más democráticas de nuestra historia, con más de 40 candidatos y candidatas, todos ellos ciudadanos y ciudadanas de a pie. Es un hecho incontestable que, en política, los tiempos fuertes son coincidentes con las elecciones, y la actividad del día a día, junto a otras realidades – que no son objeto de este artículo – recortan de forma muy considerable la repetición de la fórmula de Agrupación de Electores. Aun así, las recientes movilizaciones feministas y por unas pensiones dignas vuelven a mostrarnos que la transformación de la sociedad ya no la pueden realizar SÓLO los partidos políticos. Así pues, vayamos hacia una confluencia, donde los movimientos sociales que son origen, causa y motivo de la misma, sean también un actor determinante en su desarrollo.
Actores de la confluencia. Aunque los movimientos sociales integren y cohesionen la confluencia, los agentes formales de una confluencia electoral, a la que la Asamblea de GC ya ha acordado iniciar los contactos para llegar a ella, han de ser GANEMOS CÓRDOBA liderando la confluencia, EQUO y PODEMOS, partícipes desde el principio con su apoyo y la actividad de sus mejores militantes en el desarrollo de la marca GC, e IZQUIERDA UNIDA, cuya organización e histórica trayectoria ha dejado una huella imborrable en nuestra ciudad. ¿Por qué ha de liderar la confluencia GC? Por tres motivos: 1. Ya es, como queda dicho, una confluencia entre personas de Equo, Podemos y otras muchas provenientes de los movimientos sociales y vecinales. Esta confluencia en GC se ha demostrado efectiva en su gestación y en su desarrollo. 2. GC obtuvo más votos en las elecciones de mayo de 2015 que Izquierda Unida; no muchos más, pero más, lo que muestra la aceptación popular de una confluencia. 3. La acción del actual Gobierno Municipal puede calificarse de muchas maneras pero nunca como confluyente, sin una comunicación efectiva entre ambos grupos, y actuando sus respectivos Delegados de forma independiente, cuando no estorbándose entre sí.
¿Y qué hay del PSOE? Desde mi experiencia personal proclamo que en las bases de este partido continúan existiendo numerosos hombres y mujeres de izquierda, que merecen mi respeto y consideración. Sin embargo, no puedo estar de acuerdo con la línea de actuación, al margen de los intereses populares – cuando no en contra de ellos – que han seguido sus dirigentes. No es este el sitio de hacer una relación de los contenidos de esa línea. Dése por sabida. Este respeto, esta consideración y, en algunos casos, afecto, me hacen valorar un posible pacto post-electoral con el PSOE, si éste fuera necesario. Por eso no lo incluyo en la posible confluencia. Pero sí quiero dejar constancia de esta posibilidad.
Elementos esenciales para una confluencia. Por esenciales entiendo aquellos elementos que han de considerarse necesariamente en una confluencia electoral: Programa, carácter de la Asamblea confluyente, elecciones primarias para aportar la candidatura a las elecciones municipales, y código ético. Cada uno de estos elementos pueden ser peldaños para ir progresando en una radicalización democrática, como también pueden ser obstáculos para la misma existencia de la deseada confluencia.
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Programa. En relación al programa entiendo que no va haber gran dificultad en llegar a acuerdos. De hecho, el Plan de Gobierno así como el Programa Electoral de Ganemos Córdoba fue confeccionado, de forma colaborativa, por numerosas personas de EQUO, PODEMOS, otras a título individual y, en gran medida, por militantes de IZQUIERDA UNIDA. El feminismo, la sostenibilidad ambiental y social, la solidaridad, la defensa de lo público y la máxima participación, son valores acreditados en las cuatro formaciones políticas, por lo que sería fácil acordar un programa conjuntamente con los movimientos sociales para buscar concreciones importantes.
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Carácter de la Asamblea. Este es un tema cuanto menos vidrioso. La Asamblea de la confluencia deberá ser el sujeto de acción política de la misma: desarrollo del programa electoral, decisión en asuntos de relevancia tales como las Ordenanzas y Presupuestos anuales… Lo contrario, no sería una confluencia sino una coalición puramente electoral. Lógicamente, los agentes de la confluencia deberán seguir con sus propias Asambleas y normativas en aquello que no afecte a lo previamente acordado. Pienso que es más democrático y más entusiasmante para el electorado lo primero. Por otra parte, deberá establecerse una forma de incorporación a la Asamblea y un censo de la misma.
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Proceso de primarias. Este proceso es un elemento importante para calibrar el peso de la ciudadanía, de los partidos, de sus “aparatos dirigentes” en unas elecciones. En GC nos hemos sentido muy satisfechos con nuestro sistema de primarias, pero entiendo que cada agente confluyente se debe a su historia y a su momento, por lo que se podrán barajar varias fórmulas, siempre que no rebajen el peso de la ciudadanía; quizás unas primarias previas en cada formación y unas segundas abiertas a la ciudadanía, o quizás sólo al censo de la Asamblea del que hablo más arriba… Por supuesto, la candidatura de la confluencia debe ser paritaria entre mujeres y hombres (lista en cremallera).
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Código ético. El código ético con su contenido de rendición de cuentas a la Asamblea, de limitación de salarios de los futuros concejales, de sobriedad en su gestión, etc. ha de ser un fuerte punto de atracción de los electores, acostumbrados como están a la falta de ética en la política. Llegar a acuerdos relevantes en este sentido mostrará la diferencia con otras candidaturas.
Otros aspectos. Existen otros aspectos no tan notables como los anteriores, pero igual de importantes en la negociación para una confluencia. Sólo enumeraré algunos: 1. Financiación de la campaña: ¿Cuánto y cómo? 2. Confección del código ético: ¿Comisión de expertos? ¿De forma colaborativa? 3. Vigilancia del proceso de primarias: ¿Quiénes?. 4. Decisión sobre el sistema electoral: ¿presencial o telemático; o ambos? 5. Nombre de la marca: Por su prestigio, por su conocimiento por parte del electorado y porque marca el objetivo de la confluencia, yo me quedaría con el nombre Ganemos Córdoba y aceptando la sugerencia de un compañero lo dejaría así: GANEMOS CÓRDOBA EN COMÚN.
¿Acuerdo para Alcaldable? Sin pretender ser exhaustivo quisiera, por último, dar mi opinión sobre este tema tan noticiable, tan de espectáculo. Tradicionalmente las formaciones políticas que concurren a las elecciones municipales designan con tiempo suficiente la persona que encabezará su lista de candidatos/as. Una confluencia popular, lejos de apoyar protagonismos personales debe optar por proponer como alcaldable a la persona mejor puntuada en el proceso de primarias. Es posible que no sea la más idónea aunque sí la mejor valorada por la ciudadanía, y, con seguridad, podrá liderar magníficamente el programa político de la confluencia. No hablemos del plus democrático que conlleva este proceso en contraposición al resto de formaciones tradicionales, porque los tiempos de cambios no tendrán mejor marco que el municipal donde el poder ciudadano esté representado de otro modo al clásico ya conocido.
* Antonio Granadino. Miembro de Ganemos Córdoba.
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