La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara considera «ridículas», por «bienvenidas que sean», las 13 ayudas que la Junta de Andalucía ha concedido para la instalación de ascensores en bloques de la ciudad sobre las 525 solicitudes recibidas, lo cual representa solo un 2,5 por ciento del total. Esta cantidad supone prácticamente la mitad sobre las 25 que se concedieron en ejercicios anteriores, lo que demuestra la política regresiva de la Junta Andalucía «a pesar de las promesas electorales y las fotos realizadas en plena campaña electoral en bloques sin ascensor». A este ritmo, «necesitaremos 30 años para que nuestros bloques de viviendas sean accesibles, por lo que muchos no podrán verlo».
Según Al-Zahara estas ayudas, convocadas en junio de 2019, se conceden además «con un retraso injustificable, 15 meses, por lo que llegan tarde» y provocan que «las comunidades retrasen sus proyectos de obras provocando que, en algunos casos, no puedan disfrutar de la instalación del ascensor, continuando con su cárcel en vida imposibilitadas de bajar a la calle y realizar una convivencia normal». Aunque «más dura es la situación de las 58 que han sido denegadas por falta de recursos económicos y las más de 450 que lo han sido tras no continuar la tramitación convencidos de que no habría ayudas para ellas, como se ha demostrado».
Ante esta situación hay que sumar que «siguen pendientes de resolver una parte importante de los ascensores comprometidos por convenio hace ya mas de diez años y que siguen esperando una solución definitiva». Esto son los ejemplos más sangrantes de lo que significa una situación que todos reconocen «pero que nadie asume su solución»: La desesperación de vivir enclaustrados obliga a abandonar sus casas y los barrios donde tienen su vida, a afrontar la instalación del ascensor con fondos propios, aunque sean escasos o a resignarse a seguir en sus pisos-celda. «Las administraciones deberán dejar de anunciar planes de vivienda y rehabilitación vacíos de recursos».
Desde Al-Zahara, se espera que las ayudas anunciadas por Vimcorsa, recuperadas tras cuatro años de vacío al respecto, y que han sido una petición constante del movimiento vecinal, no cometan los mismos errores y que realmente ayuden a que los anhelados ascensores sean una realidad. «Deben ser ayudas ágiles y suficientes para atender la demanda social por lo que es positivo que pudieran ampliarse con fondos procedentes del superávit municipal». La construcción de nuestros barrios «ya no es posible si no se asegura la accesibilidad de nuestras viviendas, edificios y calles».
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