- Colectivos ecologistas, vecinales, culturales, políticos, sindicales, de jóvenes y del ámbito de la Cooperación y la Solidaridad defenderán en el pleno del 14 de noviembre la declaración de Emergencia Climática en Córdoba.
Los colectivos firmantes de la propuesta subrayan que esta no es una propuesta de los grupos ecologistas presentes en la ciudad, pues viene suscrita por 21 colectivos, a los cuales se han sumado posteriormente algunos más, que trabajan en diferentes ámbitos de intervención social: ecología, solidaridad internacional, movimiento juvenil, educación transformadora, AMPAS, derechos humanos, justicia alimentaria, … lo que da una idea de en qué medida la preocupación sobre el calentamiento del planeta es compartida por una parte cada vez más amplia de la comunidad.
Además, los colectivos firmantes subrayan que no es una iniciativa aislada de la sociedad civil sino la expresión cívica de los repetidos y cada vez más apremiantes llamamientos de la comunidad científica internacional a las empresas, gobiernos e instituciones internacionales para poner coto al uso de combustibles fósiles.
En la defensa de esta Declaración los colectivos firmantes argumentarán que la declaración de Emergencia climática no debe ser un simple acto institucional, sino que debe ir seguida de la definición de las medidas que se van a implantar para por un lado evitar las emisiones de gases de efecto invernadero y por otro lado poner en marcha medidas de adaptación que permitan, al menos a medio plazo, combatir las altas temperaturas que se anuncian en nuestra ciudad. Este conjunto de medidas debe estar cuantificado e incorporarse a los presupuestos municipales anualmente y debe tener marcado un calendario de aplicación.
Argumentarán igualmente que para poder implantar con éxito las medidas necesarias para atajar la emergencia climática es necesario:
- Poner en marcha un proceso de educación, formación y concienciación a toda la población sobre el alcance de la crisis ecológica y el enorme cambio necesario para frenar la emergencia.
- Poner en marcha medidas de adaptación para minimizar el impacto de las altas temperatura entre las cuales:
- Plantación de arbolado tanto en los barrios como en el perímetro del casco urbano y barriadas.
- Instalación de sombras artificiales donde no sea posible la instalación de arbolado.
- Ampliación de la superficie de suelo permeable resolviendo la situación actual de grave impermeabilización del suelo en la ciudad.
- Poniendo en marcha programas de subvención y ayudas públicas para la rehabilitación energética de viviendas.
- Hacer un esfuerzo a todos los niveles para reducir de forma sustancial el consumo de energía, no solo trabajando en eficiencia, sino asumiendo un modelo de consumo de energía austero como contraposición al modelo derrochador que caracteriza a las sociedades industrializadas desde el convencimiento de que el modelo energético renovable no nos permitirá disponer del caudal de energía de que disponemos actualmente.
- Tomar conciencia de que el camino no va a ser fácil, va a exigir grandes esfuerzos y la adopción de medidas excepcionales para que la crudeza de las decisiones energéticas y económicas que hay que tomar no repercuta solamente en las clases sociales más vulnerables, de manera que en ese nuevo modelo hacia el que avanza la Humanidad, la solidaridad y el reparto equilibrado de la riqueza serán condición imprescindible para llegar a buen puerto.
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