La persecución implacable durante siglos al lobo ibérico en todo el territorio peninsular, que ha llegado hasta nuestros días, ha sido artífice de la desaparición de esta mítica especie clave de muchos de los territorios españoles, incluida toda Andalucía. Los ecosistemas andaluces, como otras regiones de la Península, se encuentran huérfanos del lobo.
Esta situación comenzó a cambiar hace poco menos de un mes, el 21 de septiembre, cuando se protegió al lobo oficialmente al incluirlo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) por orden gubernativa.
Desde Ecologistas en Acción Andalucía nos recuerdan las palabras del biólogo especialista en lobos Javier Talegón cuando dice “Después de siglos de persecución y de unos modelos de gestión caracterizados -especialmente en los últimos años- por un componente electoralista, alejados de los argumentos ajustados a la conservación de esta especie, por fin se prohíbe su caza«.
Por lo tanto, a partir de ahora empezarán a existir medidas preventivas, como las de cubrir -con nuevos lobos- los huecos dejados en las manadas desestructuradas por la caza, y también de supervivencia, de aumento de la longevidad o de dispersantes colonizando montes donde los lobos aullaban hace décadas.
Desde la organización ecologista se anuncia que esta protección no es suficiente y que seguirán trabajando para que el lobo ocupe el lugar que merece. Para ello creen fundamental el que el lobo sea declarado especie vulnerable a nivel nacional y especie en peligro de extinción en Andalucía. «El lobo debe volver a estos territorios, debe volver a su hogar«, afirman.
Desde 2012 no se tiene constancia oficial de ningún ejemplar de lobo ibérico en Andalucía. Se ha perdido la población de Sierra Morena ante la inactividad de la administración y el gobierno que tiene la obligación de declarar la especie como en peligro de extinción y desarrollar un Plan de Recuperación para que el lobo vuelva a poblar Andalucía. «El gobierno andaluz prefiere doblegarse a las presiones de organizaciones y empresas cinegéticas y ganaderas que pretenden condenar al lobo a ser un recuerdo en nuestro territorio«, denuncian desde Ecologistas en Acción Andalucía.
El lobo es una especie clave del ecosistema mediterráneo de la que depende la conservación de nuestros espacios naturales. El lobo equilibra la cadena trófica permitiendo el control de la superpoblación de herbívoros tanto en número como en estado sanitario y comportamiento. Permite así la regeneración vegetal, solucionando el problema que está llevando a nuestros bosques al colapso, sanea poblaciones de ungulados salvajes y controla enfermedades. El lobo, como especie clave, ofrece múltiples oportunidades de prosperidad para la mayoría de especies silvestres que forman parte de una biodiversidad ibérica, cada día más mermada y amenazada. La salud de nuestros bosques y ecosistemas mediterráneos dependen de la presencia del lobo.
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