Ecologistas en Acción Andalucía ha solicitado al Director General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, información sobre el movimiento transfronterizo de casi 40,000 toneladas de residuos peligrosos y la posible vulneración del artículo 9 del Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su eliminación, lo cual sería constitutivo de tráfico ilícito de residuos peligrosos en caso de que no haya un acuerdo bilateral específico para ello entre España y Montenegro (de la antigua Yugoslavia), que parece que no lo hay.
Según la organización ecologista, se trata de arena contaminada proveniente del desmantelamiento del astillero de Bijela y también una parte del arsenal de Tivat, ambos en Montenegro, y ha sido importada por la empresa francesa Valgo a granel en barcos al Puerto de Sevilla con destino final al depósito en el vertedero de Nerva (Huelva). Se trata de residuos clasificados en la Lista Europea de residuos (LER) como 12 01 16* y como A1020 según el Convenio de Basilea, cuyo movimiento transfronterizo está prohibido. Entre la composición de la arena contaminada hay asbestos, un material demostradamente cancerígeno que requiere un tratamiento separado de cualquier otro contaminante; así como tributilo de estaño, un compuesto orgánico que se utiliza como agente biocida de las pinturas antiincrustantes y que es un disruptor endocrino muy peligroso que produce irritación y edema pulmonar, contaminando el suelo y las aguas por un plazo de unos 40 años.
Montenegro ha recibido del Banco Mundial 50 millones de euros para financiar este proyecto de descontaminación de cinco áreas ecológicamente declaradas puntos negros, como el astillero de Bijela, donde se persigue construir un puerto de yates de lujo y super lujo para promocionar el turismo de alto nivel. En ese país consideran que “en España es arrojado en una mina abandonada con técnicas de las que no se dispone en Montenegro”.
Ecologistas en Acción denunció la situación ante el Ministerio la semana pasada, así como la presunta vulneración del Convenio de Basilea. Estos hechos demuestran, a juicio de Ecologistas en Acción Andalucía, que Nerva es un retrete tóxico no solo de Europa, sino de otros países de fuera de la Unión Europea, y que, siendo una instalación caduca y llena, en lugar de permitir su continuidad, la Junta de Andalucía debería proceder a poner en marcha su cierre, su declaración como zona contaminada e iniciar los mecanismos necesarios para la restauración de la zona conforme a los objetivos de las políticas acordes con el escenario de cambio climático y Economía Circular, entendida más allá de la valorización de residuos, como gestión de residuos industriales en origen y tendiente a residuos Cero.
A continuación os dejamos una galería fotográfica, con explicación de cada una, proporcionada por Ecologistas en Acción Andalucía:
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