Como cada sábado, el 18 de julio nos acompañó Guillermo Contreras, de Ecologístas en Acción, en Paradigma Radio compartiendo con nosotros sus reflexiones y su sabiduría para ayudarnos a entender un poco más este mundo en el que vivimos. Y en esta ocasión destacaba el problema ambiental de nuestra ciudad; Córdoba es una de las ciudades españolas donde la contaminación por ozono es más elevada, por las condiciones climáticas de la ciudad y por el intenso tráfico que soportan ciertas vías, como por ejemplo Al-Nasir. El ozono es un contaminante secundario, un gas que no sale directamente de los tubos de escape de los vehículos, sino que es el resultado de una reacción entre el NO2 producido por el tráfico, con el calor; el calor descompone el dióxido de nitrógeno, y forma ozono y monóxido de nitrógeno. En una ciudad como Córdoba con un intenso tráfico rodado sobre todo en ciertas vías, la llegada de las altas temperaturas provoca episodios de alta contaminación por ozono que se repiten. De las tres estaciones que miden esta contaminación en la ciudad, la de La Asomadilla es la que mayores niveles de ozono troposférico suele registrar, ya que el ozono es un gas que, curiosamente, se desplaza por el aire y no suele detectarse allí donde se produce, siendo bastante habitual detectar el ozono troposférico en la periferia de las grandes capitales. Este año, el incremento de los niveles de este gas contaminante se ha comenzado a observar a finales de junio y los primeros días de julio. Se ha establecido el límite legal de presencia de este gas en la atmósfera en 120 microgramos por m3, pero la Organización Mundial de la Salud fija en 100 mcg/m3 los umbrales máximos de alerta. Ocurre que muchas veces los umbrales que fijan las administraciones son sensiblemente superiores para evitar que la alarma salte con más frecuencia. Aún así, la propia Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire de la Junta de Andalucía, que tiene una página web donde vuelcan los datos que dan todas estas estaciones, califica de “Mala” la situación de Córdoba en estos días. El año pasado, conforme a los datos del Ministerio saltó la alarma en Córdoba 57 veces, en contraste con los datos de la OMS, con los que la alarma saltó 154 veces. Esto significa que según la OMS, 154 días de los 365 que tiene el año, una cifra que se acerca a la mitad de los días del año, los niveles de ozono troposférico fueron superiores a los máximos recomendados. Cuando el nivel de ozono troposférico es muy alto, esto afecta a las vías respiratorias. Se calcula (la Agencia Europea de Medio Ambiente y el Ministerio de Salud) que en España se producen 30.000 muertes prematuras por contaminación atmosférica al año, por ozono concretamente, entre 1500 y 1800 personas. Se puede deducir que en Córdoba, el ozono troposférico que respiramos provoca entre 120 y 150 muertes prematuras al año.
Nos preocupamos de los efectos de la contaminación en los seres humanos, pero además todos los gases contaminantes y las micropartículas producen grandes daños al medio ambiente, tanto a la flora como a la fauna. Ecologistas en Acción realiza un informe anual sobre calidad del aire y siempre concluye que alrededor del 90 % de la población española está sometida a altos niveles de contaminación, y se establecen las muertes prematuras por micropartículas en 20.000 al año en España, le siguen en cantidad las muertes por NO2 y a continuación las producidas por el ozono troposférico. Según un informe reciente del Ministerio, la contaminación por micropartículas descendieron un 70 % durante el confinamiento, y sin embargo la administración desaconsejó utilizar el transporte público durante la pandemia, cuando lo que se tendría que haber hecho era tomar medidas para favorecer el uso de transporte sostenible, como la bicicleta, restando carriles dedicados al automóvil. Y la realidad es que se están matriculando muchos más vehículos pesados, vehículos grandes como los 4×4 que suponen nada menos que el 8 % del parque automovilístico en España, así como los vehículos SUV, que suponen el 47 %. En consecuencia, en vez de reducirse las emisiones medias como consecuencia del uso del transporte, están aumentando. En el 2018, las emisiones medias eran de 120 gr/km recorrido, en 2019 se incrementaron a 122 gr/km recorrido. Esto va en contra de todas las determinaciones de la UE, que tenía como objetivo que para el año 2021 la media de emisiones emitidas por kilómetro recorrido fuera de 95 gr. Y con motivo del plan de recuperación se van a dar subvenciones a las empresas del sector incluso para coches que emiten hasta 120 gr/km recorrido. Es cierto que ayudar a las empresas, pero tendría que establecerse alguna condición, para los que emitan poco, por ejemplo, y esto ocurre porque el sector está presionando. Paradójicamente, el hecho de que los coches consuman menos cada vez, en lugar de provocar un consumo menor de energía, lo están aumentando. Esto lo explicaba, ya en el siglo XIX, William Stanley Jevons, con su teoría del efecto rebote también llamada “paradoja de Jevons”, que consiste en que, a medida que se introducen tecnologías que consiguen una mayor eficiencia energética, aumenta el consumo de energía, ya que el consumidor percibe que puede utilizar más el recurso por su bajo consumo y se termina consumiendo más globalmente, a pesar de todos los avances tecnológicos y todos los esfuerzos para crear vehículos más eficientes, está habiendo más emisiones como consecuencia del transporte en carretera de lo que había antes. Lo que más contamina por tanto son los kilómetros que hacemos con el coche más que lo eficiente que pueda ser.
Y las temperaturas en el planeta siguen aumentando de forma preocupante. Al norte del paralelo 66, en el círculo polar Ártico, en Verjoyansk, un ciudad que en el mes de enero tiene una temperatura media es de -47º C, en junio han marcado sus termómetros 38º C. Lo han publicado todas las agencias de noticias y ya hay un montón de laboratorios que están trabajando sobre este dato, que, aunque no está confirmado científicamente todavía, si no son 38 los grados que se alcanzaron sí que es cierto que las temperaturas medias en el Ártico están siendo entre 17º C y 18º C superiores a la media, eso sí está confirmado. En Moscú también están llegando a los 40º C, lo que nunca antes habían conocido. En la zona mediterránea, tenemos ya un incremento de las temperaturas medias superior al resto del planeta con 1,5 grados por encima de la época preindustrial, cuando en el conjunto del planeta es de 1º C. En las zonas alpinas, árticas, en las zonas frías de la Tierra, es donde más se está incrementando la temperatura, allí se ha llegado ya a los 2º C de incremento medio.
Estos datos nos llevan a reflexionar profundamente sobre nuestro impacto en el planeta y sobre el futuro de nuestra vida en él. Debemos cambiar de rumbo para preservar nuestra salud y a la vida misma. Y Guillermo quiso terminar su ratito matutino de radio con una frase que también es para reflexionar; se pronunció en un parlamento, decía así: “No hay que ser ingenuos, las fuerzas antidemocráticas y los movimientos radicales autoritarios están esperando una crisis económica para explotarla políticamente” Parece pronunciada por cualquier parlamentario de izquierdas, verdad? Pues la pronunció nada menos que Angela Merkel. Aquí nos sorprende, sí, y es que, como dice Guillermo, “en España el fascismo está tan arraigado, que Merkel podría pasar por alguien de izquierdas”.
Síntesis de la conversación mantenida con Guillermo Contreras, de Ecologistas en Acción, en Pardigma Radio el 18 de julio de 2020.
A escuchar en este enlace:
https://www.spreaker.comh/episode/39835695
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