Ecologistas en Acción ha notificado en nota de prensa que ha tenido conocimiento de acciones de vecinas y vecinos de la ciudad junto a alcorques pavimentados exigiendo que se revierta esta intervención. Estas personas portaban pancartas con lemas como “Libérame, me asfixio”, “Mis raíces necesitan respirar” o “Más árboles, más frescor”.
La ciudadanía de Córdoba vuelve a movilizarse para reclamar más y mejores cuidados del arbolado de la ciudad. En esta ocasión lo ha hecho marcando con pintura alcorques que fueron pavimentados, con los graves riesgos de salud para el arbolado que esto supone. «Es una muestra más de la sensibilidad de la ciudadanía de Córdoba hacia el arbolado urbano y su importancia para la habitabilidad de una ciudad que cada año alcanza nuevos récords de temperatura y de duración de los meses de calor«, declara el colectivo medioambientalista.
Cabe recordar que la pavimentación de alcorques se considera un grave riesgo para la salud del arbolado y, por tanto, una mala práctica urbanística. Ciudades como Sevilla, Madrid y Barcelona cuentan con protocolos que afirman que esta práctica debe limitarse únicamente a espacios en los que sea necesario garantizar la accesibilidad. En el caso de Córdoba esta acción se ha efectuado de forma indiscriminada.
Los protocolos coinciden en que la pavimentación de alcorques es un problema para una buena filtración del agua y también para el intercambio de gases y humedad, favoreciendo la presencia de hongos. Todo ello es un factor de alto riesgo para el sistema radicular del árbol. Además, puede generar daños como presión en el cuello del árbol.
Estos efectos provocaron que en 2017, el Ayuntamiento de Sabadell se viera obligado a retirar este material de los alcorques colocado en 2009, con el consiguiente coste económico.
El contexto en que se enmarca la gravedad de la situación del arbolado cordobés no es sólo de aumento de temperaturas, es también el vivido tras dos tormentas en unos meses que han derribado numerosos árboles de la ciudad, con la pérdida de vegetación y el riesgo para la seguridad de las personas que esto supone. Árboles que, cuanto más débiles estén por pérdida de salud, serán más fáciles de ser derribados por el viento.
Ecologistas en Acción comprende la inquietud ciudadana y se hace eco de esta reivindicación. «Se hace necesaria una actuación política que tenga presente a la naturaleza urbana y haga frente a la emergencia climática de manera contundente«, afirman.
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