Gracias a la presión negociadora del sindicato USTEA, que consiguió resituar los términos en un escenario más favorable a los intereses de las y los docentes de Andalucía superando las constricciones numéricas de la pretendida homologación a la media estatal, y tras un largo y complicado proceso negociador, junto al resto de organizaciones sindicales de la mesa sectorial, ha conseguido una avance salarial medio del 6,5%. Es decir, 145 euros mensuales para las especialidades del A2 y 165 euros para las especialidades del A1.
Según un comunicado sindical, las negociaciones sobre la homologación salarial que arrancaron el pasado mes de abril de 2021, y fueron paralizadas en octubre de 2022 sin explicación alguna, más allá de los cálculos electoralistas surgidos tras no alcanzar un acuerdo presupuestario el Gobierno autonómico de Moreno Bonilla (PP), arrancaron de nuevo con un avance que USTEA planteó a la Administración y logró introducir en el proceso: Romper la rigidez del baremo de la homologación salarial a la media estatal, con todas las restricciones que se introdujeron desde la Consejería de Hacienda para hacer los cálculos y que limitaban y vaciaban de contenido económico el resultado final, para situar la negociación en un escenario de subida salarial que acercara lo más posible al objetivo inicial que USTEA marcó en el comienzo.
«Entendíamos desde USTEA que ni Andalucía ni los y las docentes andaluzas podíamos dejar, ni fiar, algo tan fundamental como es la política retributiva de los cuerpos docentes, en la que no había habido avances en los últimos 20 años, al albur de las decisiones que se tomaran en otros territorios del Estado, abogando por marcar nuestra propia senda retributiva en el seno de la mesa sectorial recuperando la soberanía negociadora y defendiendo una subida salarial que permitiese al profesorado sentirse satisfecho y reconocido tras este largo periodo en el que las características y exigencias del trabajo docente han crecido significativamente en complejidad y carga horaria no regulada», señala el comunicado.
Fruto de este cambio fundamental en la orientación de las negociaciones, USTEA asegura haber conseguido alcanzar un acuerdo retributivo que se cifra en un aumento anual del sueldo, que se añadirá a la cuantía del Complemento Específico existente, de 2.030 euros para las especialidades del A2 y de 2.310 euros para las del A1, repartidos en 14 pagas, de naturaleza consolidable, y distribuidos porcentualmente a lo largo de los cursos 2022/23, 2023/24 y 2024/25.
Entrando al detalle, supondría 43,5 euros al mes para especialidades del A2 y 49,5 euros mensuales para las del A1 y equivalentes, que se comenzarán a abonar en la nómina de septiembre de 2022. A eso le seguirá el abono de una cantidad equivalente en la nómina de septiembre de 2023, para alcanzar el total de la subida en septiembre de 2024. Para salvaguardar el poder adquisitivo, USTEA, junto con el resto de organizaciones de la Mesa, y a pesar de las reticencias manifestadas por la Consejería de Educación, ha conseguido comprometerla a la revisión de la evolución y seguimiento del acuerdo en el seno de la misma, emplazándose las organizaciones sindicales y la Administración presentes a llevarlo a cabo antes de cada tramo de subida comenzando con la de septiembre de 2023.
USTEA firma, así, el acuerdo en el tiempo de descuento de una legislatura caracterizada por la profundización en las políticas de desmantelamiento de la Escuela Pública, junto al resto de sindicatos, entendiéndolo como un punto de partida para futuros aumentos salariales, y se felicita por el logro histórico alcanzado siendo un avance de calado en las condiciones retributivas de los compañeros y compañeras.
Pero advierte, al mismo tiempo, de que estará vigilante para que se cumplan todos y cada uno de los puntos del acuerdo alcanzado, especialmente en cuanto a la salvaguarda de la pérdida de poder adquisitivo. Igualmente, continuará la lucha para lograr la devolución pendiente de las pagas extraordinarias de 2013 y 2014, la bajada de la ratio en las clases de Andalucía, la desburocratización de la docencia y la estabilización del personal interino.
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