Si de algo ha salido «escaldada» la sociedad en la actual crisis del Coronavirus ha sido de los recortes en los servicios públicos en general, pero, al tratarse de un problema sociosanitario, el sistema de salud y cuidados ha sido el que ha quedado «retratado». Si nos paramos a pensar, los síntomas en otros servicios públicos son los mismos. Si enfocamos en la educación, está ocurriendo absolutamente igual que durante el proceso de privatización de la sanidad. La crisis de 2008 provoca que estalle la burbuja inmobiliaria y los grandes capitales constructores tenían que «rascar» de otros sitios sustentados por el erario público, por los impuestos que proporcionalmente pagan en su gran mayoría las clases trabajadoras y las consumidoras. Así, vimos cómo las grandes constructoras del país entraban en los negocios de la sanidad: ACS de Florentino Pérez, FCC, Sacyr,… invirtieron en el sector sacando unos pingües beneficios en pocos años. Esa operación se ha ido trasladando al sector de la educación privada que, gracias al desvío de presupuestos de las Comunidades Autónomas de todos los colores, sustituyen a la pública con los centros concertados.
Pues bien. Lo que primero ha estallado ha sido la Sanidad Pública y los cuidados (Ayuda a domicilio, Residencias de Mayores, etc) por culpa de la aparición de la pandemia por el Covid-19. A pesar de los esfuerzos de la derecha política y social, lo que ha quedado claro es que la que ha conseguido sacar adelante la situación ha sido la sanidad pública. La privada se ha limitado a atender los casos de la gente acaudalada que se puede permitir los altas facturas, eso sí, salvo que sus vidas corran peligro, en cuyo caso casi siempre son derivados a la sanidad pública. El esfuerzo sobrehumano realizado con una escasez de medios y de personal tercermundistas ha sido valorado por una sociedad que ha estado aplaudiendo su labor y compromiso cada día a las 8 de la tarde.
Pero ahora, esa sociedad, no se queda en los aplausos y da un paso más. Para que a nuestros gobernantes no se les olviden las causas del desastre, como les pasó en la crisis de 2008, parece que está dispuesta a mostrarle su determinación por un cambio de modelo que, por cierto, es el que ampara la Constitución Española, tan amada por algunos sectores sociales y políticos que hacen jirones de ella cuando se trata de los derechos fundamentales para la vida de la mayoría social: trabajo, vivienda, servicios públicos, colectivización de la riqueza,…
Por eso, a las pasadas convocatorias estas semanas anteriores en otros Centros de Salud, sobre todo en el de la C/Lucano, esta semana se suman cuatro convocatorias más. La primera, la de la Plataforma Ciudadana para la Defensa del Sistema Público de Pensiones, por la mañana, en la puerta del Ayuntamiento. Bajo el lema «Contra el abuso y maltrato a la gente mayor«, vuelven a convocar en defensa de los servicios públicos, con especial énfasis en los cuidados y en la sanidad. Este es el comunicado de la Plataforma:
En la tarde del mismo lunes, 20 colectivos del Distrito Sur convocan una manifestación que une los dos Centros de Salud del distrito: el de Guadalquivir y el de Sector Sur. El lema: «Sanidad Pública 100%, ni recortes ni privatizaciones«.
El jueves día 17 será el Distrito Sureste el que se manifieste en las puertas del Centro de Salud de Fuensanta, a las 11’00 de la mañana. «Por una Sanidad Pública reforzada», reza el lema de la convocatoria del Consejo de Distrito y Asociaciones Vecinales y AMPAS.
Finalmente, el sábado 20 a las 11’30, las Marchas de la Dignidad cogen el testigo de la defensa de la Sanidad Pública para ponerla como punta de un ariete en el que van también el resto de Servicios Públicos, pero también diferentes luchas que amparan su lema de siempre: «Pan, trabajo, techo y dignidad«. En esta semana, darán a conocer el manifiesto y celebrarán una rueda de prensa de presentación de la convocatoria. El cartel está en la portada de esta noticia.
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