En el contexto de la pandemia, y con la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito de la salud, surgió con Telederma el concepto de teleconsulta, un servicio que permitía agilizar la atención especializada en patologías tan visuales como las dermatológicas. En este sentido, la teleconsulta consistía en la consulta, desde medicina de familia, a una especialidad hospitalaria mediante un resumen de la situación clínica al que se adjuntaban fotografías u otros elementos útiles para la valoración del caso. Se trata de un sistema que podía y puede aportar ventajas interesantes como poder priorizar aquellos casos más urgentes o resolver situaciones incluso sin que la persona usuaria tuviera que desplazarse. Se trata de un sistema que en su momento permitió una atención más temprana frente a citas que previamente podían tardar meses.
Sin embargo, tal y como denuncia la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas, “lo que en un principio se implementó como una estrategia de mejora dirigida a determinadas especialidades y casos, ahora se ha extendido a prácticamente todas las especialidades y a todos los casos, surgiendo una serie de problemas que repercuten negativamente en la atención que se presta a la ciudadanía”. Las Mareas Blancas, en este sentido, señalan que “en algunas ocasiones llega a tardar hasta dos meses en contestar la teleconsulta y otros siete u ocho meses más en dar la cita presencial”. La Coordinadora Andaluza explica además que “en la mayoría de casos no se produce un contacto inicial, ni siquiera telefónico, entre el o la médico que recibe y lee la teleconsulta y el o la paciente”, pese a lo cual “esa respuesta de teleconsulta se considera ya como una PAP (consulta procedente de atención primaria), de tal forma que si algún usuario o usuaria del sistema quiere reclamar en su centro médico que se incumplen los plazos establecidos por el Decreto 96/2004 no le resulta posible”.
En este sentido, la plataforma que aglutina a las Mareas Blancas de Andalucía cree que “la implementación del sistema de teleconsulta, tal y como la está realizando la Junta de Andalucía, está suponiendo ya un grave deterioro del sistema sanitario público”. Las Mareas Blancas señalan a este respecto que “ese deterioro es percibido perfectamente por las propias personas usuarias de la Sanidad Pública andaluza, que no solo reciben una atención más deficiente que la que existía hace unos años, sino que además están sufriendo las consecuencias de unas esperas injustificables tanto en atención primaria como en las especialidades hospitalarias”.
La Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas recuerda que “desde hace más de 20 años los indicadores sobre plazos de respuesta forman parte de los elementos que permiten evaluar las unidades en los hospitales” y explican que “en la propia web del SAS se recoge que la legislación limita a 60 días el tiempo que las personas usuarias deben tardar, como máximo, en disponer de cita de atención especializada una vez se realiza la solicitud en atención primaria”. Las Mareas Andaluzas señalan a este respecto que “hasta el año 2021, y a pesar de las estrategias existentes para ocultar la magnitud de las listas de espera, el procedimiento era claro y fácilmente comprensible para profesionales de la salud y pacientes”.
No obstante, como denuncian las Mareas Andaluzas, la situación se ha deteriorado y “el modelo generalizado de teleconsultas, tal y como está implantado, no solo es ineficiente e inequitativo, sino que tiene como principal objetivo ocultar las listas de espera existentes”. La Coordinadora andaluza explica, en este sentido, que el actual modelo de teleconsulta “no solo equipara con una atención médica lo que en realidad es una simple respuesta a una interconsulta entre profesionales, sino que además impide a las personas usuarias de nuestro sistema sanitario realizar las legítimas reclamaciones en cuanto a tiempos de respuesta”.
La Coordinadora andaluza denuncia que “no se está garantizando una asistencia sanitaria efectiva” y que el nuevo sistema “no ha sido explicado adecuadamente a la ciudadanía, que sigue pensando que está vigente el modelo anterior y que ejerce la demanda sobre las consultas de medicina de familia, aumentando más su sobrecarga”. Además, señalan que el nuevo modelo de teleconsulta “no está consensuado con el conjunto de la profesión médica, existiendo muchas dudas de que cumpla las normas de deontología médica”. Las Mareas Blancas también lamentan que el cambio del sistema ya no permite que las citas para consultas hospitalarias se asignen directamente en el servicio de atención al usuario del centro de salud, sino que se comunican a posteriori, por carta o por teléfono, provocando “la pérdida de innumerables citas presenciales y agravando la inequidad del modelo, pues quienes pierden más citas son personas con escasas competencias digitales o sin domicilio fijo”.
Por ello, la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas exige revisar y adecuar el modelo de teleconsulta y derivación a las necesidades de la ciudadanía y de los profesionales sanitarios que han de aplicarla y concluyen que “el actual modelo es inequitativo e ineficiente, por lo que está generando una gran insatisfacción y frustración no solo en la ciudadanía, sino en el conjunto de los profesionales sanitarios”.
0 comentarios