APDHA, junto a organizaciones civiles que trabajan en el ámbito de las prisiones y junto a familiares de personas presas, conmemorará el próximo 1 de diciembre, Día Internacional de la Lucha contra el SIDA, denunciando la situación que se vive en las cárceles españolas. La asociación andaluza explica que “la intensidad punitiva de nuestro sistema penitenciario y la falta de recursos destinados al tratamiento, especialmente para abordar la salud mental y la drogodependencia, así como el aislamiento y las largas condenas, hacen imposible la reinserción y la recuperación de las personas presas”. Así lo explicaron ayer Marta Horno, coordinadora del Área de Cárceles de la APDHA, y María José García «Toché», integrante de la Delegación de Cádiz, en una rueda de prensa celebrada en la sede de la asociación en la capital gaditana.
Desde APDHA informaron que “los escasos datos oficiales que existen sobre la situación en las prisiones son sumamente preocupantes” y que “en 2021 la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias registró un total de 184 muertes en prisión; a pesar de que en los últimos 12 años la población penitenciaria se ha reducido, los suicidios se han incrementado desde entonces un 209%”. La Asociación recordó, además, que “según los datos oficiales, tan solo en 2022, un total de 33 personas presas se suicidaron bajo la tutela del Estado”.
APDHA explicó en la rueda de prensa que “muchas de las muertes que se producen en prisión, por suicidios, sobredosis o desatención médica, son completamente evitables” y recordó que “las personas presas, al entrar en prisión, únicamente han perdido su derecho a la libertad, pero no ninguno otro de los derechos inherentes al ser humano” y que “el derecho a la Salud es un derecho universal, que no puede verse limitado por la privación de libertad”.
APDHA lamente que, todo esto, sucede cuando en las cárceles españolas “solo están cubiertas un 50% de las plazas de la plantilla sanitaria penitenciaria”, lo que ha provocado que “muchas prisiones se queden sin médico”. En algunas cárceles se han implantado guardias telemáticas o, como señalan desde APDHA, “en algunos centros penitenciarios se está recurriendo incluso a la sanidad privada para subsanar la falta de médicos”.
APDHA recuerda además que “las prisiones tienen una incidencia de enfermedades infecciosas, como VIH, hepatitis o tuberculosis, mucho más elevada que la existente entre la población en libertad, así como un elevadísimo porcentaje de personas con patologías mentales”. Sin embargo, “cada vez es mayor la escasez de personal sanitario y se sigue sin contar con psiquiatras y especialistas en psicología clínica”.
Por ello, reclaman “la transferencia de las competencias sanitarias a las Comunidades Autónomas para su integración en los servicios autonómicos de salud, tal y como se estableció en la Ley de Cohesión y Sanidad de 2003”, la cual lleva 18 años sin desarrollarse.
La asociación andaluza pone encima de la mesa otras medidas como “fomentar penas alternativas a la prisión” para evitar el proceso de deshumanización que todo paso por la cárcel supone, la “eliminación del confinamiento prologado y de las contenciones mecánicas”, “plazas para mujeres con igual dotación de recursos que para los hombres en todas las provincias” y “que se destinen los recursos terapéuticos necesarios para dar atención a las personas presas con problemas de salud mental”.
Para denunciar esta situación, la APDHA, junto a organizaciones civiles que trabajan en el ámbito de las prisiones y junto a familiares de personas presas, impulsa, como cada año, una concentración en el aparcamiento de las prisiones de Puerto I y Puerto II el próximo viernes 1 de diciembre, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el SIDA.
0 comentarios