El 5 de junio es la fecha elegida por la ONU para la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente (1). Con tal motivo, Ecologistas en Acción Córdoba convoca todos los años los «Premios Atila«, que tienen como objetivo distinguir y denunciar a aquellas personas y entidades que hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente en el periodo transcurrido desde la convocatoria anterior. Con esta distinción, Ecologistas en Acción pretende recompensar los esfuerzos, nunca valorados en su justo término, de aquellas personas que dedican «desinteresadamente» tiempo y trabajo a destruir el medio ambiente.
Los Premios Atila constan de un primer premio denominado «Atila» y otorgado a la actuación más bárbara y de un accésit denominado «El caballo de Atila» otorgado a la actuación que finaliza en segundo lugar del proceso de selección de candidatos al premio.
En la presente convocatoria, que evalúa el periodo transcurrido desde junio de 2022 hasta mayo de 2023, han resultado proclamados:
PREMIO ATILA 2023, otorgado a la Gerencia Municipal de Urbanismo y su presidente, Salvador Fuentes, por dar licencia para un nuevo campo de golf y por mentir reiteradamente en la búsqueda de soluciones para regular la instalación de placas solares en el casco histórico.
En el premio se especifica que «si bien la GMU tiene en su haber múltiples méritos para recibir dicho premio -como la tala de los árboles en la ampliación de la Avda. de Trassierra- es digno de reconocer su notable esfuerzo para actuar en contra de la sostenibilidad ecosocial y de la emergencia climática en dos casos:
• Por un lado por otorgar licencia para la construcción de un campo de golf, en un espacio como el valle del Guadalquivir, en el que no hay más horizonte que el del aumento del estrés hídrico. Sin informes favorables de EMACSA, Confederación Hidrográfica o Comunidad de regantes. Con esta medida la GMU demuestra su absoluta irresponsabilidad en cuanto al cuidado y una adecuada gestión de un bien necesario y escaso como el agua.
• Por otro, Salvador Fuentes ha mentido de manera reiterada a la prensa, y por tanto a la ciudad, en relación a la anulación de la prohibición tajante de instalar placas solares en el casco histórico. Así, en los últimos dos años ha salido hablando públicamente de “tejas solares”, de estudios con “expertos alemanes”, de “consultas a ICOMOS/UNESCO”, de “capas de cebolla”…. Sin embargo al acceder a este expediente administrativo las asociaciones interesadas han comprobado que no había ningún informe ni estudio».
Ecologistas en Acción, además, hace público el proceso vivido en este caso, que resume de la siguiente manera:
- En julio de 2021 el pleno del Ayuntamiento, por demanda vecinal, aprobó la modificación de la norma que impide poner placas en el Casco Antiguo.
- Las AAVV demandaron propuestas para septiembre. Hubo compromiso por parte de Salvador Fuentes de hacerlo. No ocurrió.
- Se volvió a aprobar en octubre en el pleno del Ayuntamiento.
- Durante estos dos años, las AAVV se han presentado en el despacho de Salvador Fuentes, tras diversos intentos de dialogar sobre el tema, sin que se las recibiera, hasta que la propia secretaria del alcalde, por orden de éste, les acompañó al despacho para asegurarse de que eran recibidas.
- En 2023, “coincidiendo” con una de las numerosas concentraciones exigiendo respuesta, sale en prensa declarando que lo llevará al próximo Consejo de Urbanismo.
- No envió documentación previa, ni siquiera lo metió en el orden del día, impidiendo que los demás partidos pudieran estar preparados y dialogarlo.
- Ha publicado en prensa en numerosas ocasiones que ya se podían poner placas, acompañando la información de mapas confusos, y generando expectativas en la ciudadanía que resultaron falsas, pues se sigue sin tocar la normativa en cuestión.
El colectivo lamente que «su falta de respeto a la ciudadanía en general y en particular a las asociaciones vecinales (que son ya 7 las que trabajan este tema) y la falsedad con la que actúa le hace digno merecedor de este premio«.
PREMIO CABALLO DE ATILA 2023, otorgado a Miguel Ángel Torrico, delegado de Movilidad Urbana, por conseguir saltarse la obligación legal de declarar una Zona de Bajas Emisiones en la Ciudad.
Y, en el fallo del premio, lamentan que «lo que podría ser la Zona de Bajas Emisiones, mejorando el bienestar de la ciudadanía, reduciendo la contaminación y el ruido y fomentando una movilidad sostenible y una ciudad habitable, no se ha concretado en nada real. Para ello, ha dejado pasar todos los plazos para evitar implementar una medida obligatoria por ley (La ley 7/2020 de Cambio Climático y Transición Energética), aprobando finalmente una ZBE que no se diferencia de las ya implementadas zonas ACIRE«.
Entienden además que «con esta actuación no sólo compromete la salud de la ciudad (y del planeta) al no reducir las emisiones y contaminación provocadas por el exceso de transporte motorizado privado, sino que además es una medida antidemocrática, centrando la posibilidad de reducir la contaminación a tan sólo unos pocos barrios de Córdoba, dejando a todos los demás en la misma situación de insalubridad anterior«.
Ecologistas en Acción recuerda que son candidatos a estos premios cualquier ente físico o jurídico, de carácter público o privado, que haya destacado en sus actuaciones o comentarios contra el medio ambiente y que, incluso, cualquier institución, entidad social o persona física pueden presentarse a si mismas como candidatas, siendo necesario para ello únicamente presentar «curriculum vitae» detallado de cuantos atentados ambientales se sienta responsable.
(1) El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 coincidiendo con la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano. Los fines de este evento anual son aumentar la conciencia medioambiental, y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Aprovechando esta efeméride, Ecologistas en Acción convoca anualmente los Premios Atila, que tienen como objetivo «distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente». Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, coincidiendo con la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, tienen dos categorías denominadas Atila y Caballo de Atila, y cualquier persona puede dirigirse a esta asociación proponiendo la nominación de algún individuo o ente jurídico, debiendo detallar sus «méritos». Los nominados podrán participar en cualquiera de las secciones de que constan los premios: actuación más bárbara, tontería más destacable, mayor presunta malversación de fondos públicos o privados para la destrucción de la naturaleza y mayor chapuza.
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