La comisión de periferia del Consejo del Movimiento Ciudadano y de la federación de asociaciones vecinales Al-zahara denuncia que la Gerencia de Urbanismo sigue sin facilitar el acceso a los servicios básicos (agua potable, luz y saneamiento) a varias decenas de miles de personas que habitan en la periferia, y que solo encuentran silencio, confusión y medias tintas en la Gerencia de Urbanismo. Las promesas y las buenas palabras han dado paso al más absoluto olvido y abandono reflejado en la negativa a crear una oficina del territorio que se encargara de tramitar todos los procedimientos.
Se ha demostrado que la vía de los AFOS no es útil para nuestra ciudad por no permitirse en suelos de especial protección y tener limitaciones imposibles de cumplir en otro tipo de suelos. Pero con todo es más grave, si acaso, que procesos urbanísticos como los proyectos de urbanización (PU) de Trassierra, las unidades de actuación previstas en el Higuerón, Santa Cruz o El Ángel de Alcolea no encuentren salida y que haya cientos de viviendas que contando con agua o luz a escasos metros de distancia no puedan acceder a ella, y quien lo intenta se encuentra con una interpretación torticera de la normativa.
Tampoco logran avances proyectos como los de rehabilitación del centro Cívico del Higuerón, que tras una década sigue cerrado al uso ciudadano. La falta de suelo urbano o urbanizable impide que se desarrollen los proyectos previstos de nuevas viviendas, recintos feriales, centros sanitarios, deportivos o educativos que se vienen solicitando desde hace años y que no se activan al no liberarse suelo para ello. Todo ello, contrasta con la prioridad con la que parecen atenderse los proyectos que interesan al gobierno municipal pero que no incluyen la periferia, que se desdeña como fuente de empleo y riqueza, impidiendo la concesión de licencias y el desarrollo de las infraestructuras que demandan.
La falta de suelo urbano o urbanizable impide, a su vez la ejecución de mejoras en numerosos espacios públicos y calles creándose una situación de bucle en la que la Gerencia actúa como un ayuntamiento paralelo sin control político. Cualquier avance se somete a la legalidad y la legalidad queda condicionada por una aplicación lenta, ambigua y sin solución de la legislación, Cualquier proceso, por menor que sea, como una comunicación al vecindario afectado o una publicación en el BOP se somete a meses de trámites desesperantes, cuando no se pierden los documentos aunque hayan sido registrados en tiempo y forma.
Otro problema que no se resuelve y que no encuentra interlocución adecuada es la situación de entidades de conservación como la de Santa Ana de la albaida o la de Carrera del Caballo, entre otras, que se ven obligados a continuar encargándose de dar servicios que corresponderían al propio ayuntamiento, a pesar de haber pasado más de 15 años, y sin que el ayuntamiento se encargue de sus obligaciones legales y los suelos de su propiedad. Por otro lado, se sigue sin atender y sin dotar de servicios al vecindario ubicado en el entorno de Medina Azahara, obviando que la Unesco admitió la compatibilidad entre la existencia, con todas sus potencialidades, de la ciudad palatina con las viviendas ya existentes, a pesar de que hace ya también casi 15 años que se aportaron soluciones al impacto visual que pudiera existir.
Por todo ello, la comisión de periferia a la espera de ser atendidos por la alcaldía, lo que viene demorándose en el tiempo, preparará una serie de movilizaciones públicas que se han venido retrasando a la espera de que la situación sanitaria las permita con suficiente seguridad. En un principio, se realizarán concentraciones de representantes ciudadanos, en busca de que se desbloquee el parón de la gerencia de Urbanismo y se desarrollen los compromisos que se asumieron hace ya más de un año. Pero, en caso, de no recibir respuesta favorable, se multiplicarán y ampliarán las movilizaciones lo que sea necesario hasta conseguir soluciones para la periferia.
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