La mirada de Cati.
Esta noche de julio y quizás alguna más Daniela, sus tres hijos y toda la familia, con Pepe incluido, han dormido bajo un puente sin nombre, en las tiendas de campaña que les prestó Manolo Vida, un cura cristiano, de esos que juegan siempre en un equipo de perdedores.
Un juez de nuestra ciudad dictó sentencia para que abandonaran la nave industrial del antiguo Calmante Vitaminado, que ellos habían rescatado de la basura y de las jeringuillas de jaco. Llevaban dos años ocupados en naderías: apañarse una cocina donde hacer la sopa, cultivar un huerto, criar unas gallinas, convertir ese estercolero universal en algo parecido a una casa. ¡Pero qué ilusos e insignificantes son los pobres y en qué diminutas e insulsas tareas ocupan su vida!
Y es que para los grandes asuntos están los jueces y gobernantes de las sociedades abiertas. Lo suyo es propiciar que los amos de mundo cuadren cada año la cuenta de resultados con ganancias suficientes, eso sí, siempre con la envoltura del sagrado principio de legalidad, que los honra y justifica. Y en ese cometido los pordioseros y los excluidos estorban, enredados en su calderilla, incapaces de entender la lógica de las grandes cifras.
Y mientras Daniela y su familia, con Pepe incluido, duermen esta noche bajo un puente sin nombre, alguno de los mandamases de la ciudad descansa sereno en su cama, con la complacencia que proporciona el trabajo bien hecho. Porque esta noche calurosa de mes de julio, con el desalojo judicial de Daniela y su familia, él siente que por fin la ley ha vuelto a Córdoba y que pasado mañana o el otro o quizás el otro ya vendrá la hora de la justicia.
Al Sr. Alcalde:
Sr. Bellido, creo que pierde usted una oportunidad de oro para hacerse una foto sonriente allá en el puente de Daniela y su familia. Y a la vez les explica usted cómo va a hacer que Córdoba y sus habitantes seamos ciudadanos de primera como nos merecemos. Si no recuerdo mal esas fueron sus palabras en toda la campaña electoral y también las que dijo el día que cogió el bastón del ayuntamiento. Porque creo que Daniela y su familia tienen derechos constitucionales y por ello los políticos están obligados a asistirlos, ¿no?.
Y de camino explíqueme a mi si es cierto que tiene intención de arreglar los problemas de los ciudadanos, me imagino que se hará por orden de importancia, ¿no?. Primero los que no tienen para comer ni casa y luego, el turismo, los semáforos, las aceras, los baches…, ¿verdad?.
Le espero en los próximo 4 años.
Al Sr. Obispo:
Sr. Demetrio, si no tengo mal entendido, creo que la doctrina que usted predica está sujeta a las enseñanzas de Jesucristo, ¿cierto?. Y Jesús dijo (porque así lo aprendí en la clase de religión en la escuela), dádle de comer al hambriento, cobijo a quien no lo tiene y lo mío tuyo es, ¿verdad?.
¿Usted predica sólo hablando o da ejemplo con sus actos? y con eso así certifica la «Palabra de Dios», «Te alabamos Señor».
¡No claro, por supuesto!, usted no tiene tiempo para tratar con personas como Daniela y su familia, eso son menudencias. Usted está para cosas más importantes como el tema de las inmatriculaciones y que no dejen de asistir visitantes a la Mezquita-Catedral, ¡Claro hombre!. ¿Cómo se me había ocurrido a mí pensar en el Evangelio y su cumplimiento por parte de los cristianos católicos románicos y apostólicos?.
Sr. Obispo por favor perdóneme por mi insolencia y que pase usted una buena noche bajo su techo (Palacio Episcopal).
Y usted donde ha dormido…
Sabe usted algo de mi vida para preguntarme y echarme en cara algo?. A quines les emplazo con mi escrito, son personas «públicas», con responsabilidades para con los demás y nadie les ha obligado a estar donde están.
Si a mi me quiere usted recriminar y defenderlos a ellos…?, esa es su opción. (Por sus hechos los conocerán).
Hola Gabriel, he estado buscando de parte de mi padre a una persona con su nombre, que tenia un hermano que se llamaba Manuel, nose si sera usted, lo busco de parte de Justo Torrecilla, un amigo de hace muchos años que perdio contacto y le gustaria recuperarlo, espero se encuentren bien, un saludo.
Hola Jesús. Si, creo conocer a tu padre e igualmente también mi hermano Manuel.
Escríbeme al correo: gaalba0@gmail.com
Un saludo.