Cada vez que dicen: Patria
pienso en el pueblo y me pongo a temblar…
Carlos Cano: «Tango de las madres locas»
Viendo la desmesura, la sal gorda y el atávico odio clasista que los representantes electos de las derechas hispanas -en dura competición por quien la tiene más ultra- han esparcido en la sesión de investidura de hoy 5 de enero, se puede decir sin exagerar un ápice que el espíritu de la «lucecilla del Pardo de voz aflautada» ha poseído a 165 procuradores a Cortes, perdón diputados, retrotrayendo el hemiciclo a los tiempos del NODO en blanco y negro, olor a brillantina, gomina en el pelo, bigote recortado,correajes paramilitares y chaqueta blanca bajo la que asoma la camisa azul mahón del partido único.
Hoy, al abrir la caja de Pandora de su bilis revuelta han dado una clase magistral de insultos, prepotencia, desvergüenza bajo la que asomaba el franquista que siempre estuvo allí. Cogiendo prestada la definición de Pablo Iglesias: «Vox es el PP con dos carajillos», parecía que antes de iniciarse la sesión, en el bar del Congreso había barra libre. Y toda la caspa que asomaba entre la vocinglería y poses de matón de discoteca no podía tapar el motivo de su rabia: cuando se les llena la boca de «España», piensan que el país entero es un cortijo de su propiedad, porque de la Patria tienen un concepto patrimonial y pueden utilizarla a su antojo aunque sea en contra de los intereses de la mayoría de sus habitantes. Y les pone enfermos pensar que su idea cainita de palo y tentetieso como única forma de gobierno pueda ser reemplazada por una España inclusiva que deje de ser madrastra de más de la mitad de sus habitantes. La nación plural, tolerante, abierta que siempre que ha asomado en el horizonte mental de las clases populares en los últimos siglos se han encargado de aniquilar con represión, espadones, golpes de estado, guerras civiles… sin detenerse aunque el precio a pagar en sangre y muerte fuera desmesurado.
Cuando en mi infancia decíamos «tiene más trampas que una película de chinos» aún no habíamos visto los efectos especiales que estos constitucionalistas de boquilla (Vox bebe del Franquismo directamente y el 43.75% de los entonces diputados de AP votaron en contra o se abstuvieron cuando se aprobó la Constitución del 78) son capaces de sacar a escena. Desde apelaciones directas a un golpe de estado hechas por un eurodiputado a buscar con pregón público algún diputado que pueda venderse con la coartada de la «valentía» y así poder repetir el «Tamayazo» que ya les salió bien en 2003 y del que aún desconocemos la cuantía final pagada. Pero las bancadas ultras salivan solo con pensar de que el martes 7 de enero puedan repetirlo. No señora Arrimadas, no buscan «diputados valientes», buscan «diputados corruptos».
¿Qué les incomoda tanto? Si poder encontrarse un ejecutivo no genuflexo y que gestione con honradez les pone así, podemos imaginar lo que harían ante un proceso de transformación social serio. Y no, ya sabemos que la coalición de gobierno no es ninguna panacea pero ha puesto sobre la mesa un punto de inflexión en la constante pérdida de derechos políticos y sociales que con la excusa de la crisis ha propiciado el capitalismo patrio.A la hora de recortar y limitar libertades si es potencia mundial (algunos acuerdos en el pacto de gobierno PSOE_UP).
Desde la Izquierda deberíamos dar al menos los días de cortesía antes de sacar el cuchillo cachicuerno que tanto nos atrae y arremangarnos en la calle para indicar el camino porque como no nos pongamos las pilas y hagamos sentir nuestro aliento, ellos, enganchados a las procesiones ya ensayan el paso de la oca mientras se colocan bien el brazalete con la cruz gamada.
Por cierto patriotas de pacotilla: mientras que ERC y Bildu se han abstenido, se han sumado al NO y han sido recibidos como agua de mayo los 8 diputados de Puigdemont/Torra y los 2 ¿ultraizquierdistas? de la CUP. Cuando se suman al «Ultraísmo» ya no rompen la Patria.
Lo dicho: La España de charanga y pandereta en su cénit.
Fuente: Colectivo Prometeo.
* Viñeta de portada de Goval Gómez Valera.
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