Que el Ayuntamiento de Córdoba está, como solemos decir en nuestra tierra, “en tenguerengue” es un secreto a voces. A pesar de que las distintas corporaciones municipales intentan desviar la realidad no afrontando con determinación las carencias de todo tipo, a veces salen detalles que reflejan cuál es la triste realidad de años de recortes dictados desde Europa y aplicados por los distintos gobiernos (especialmente duros han sido los de los años del PP de Mariano Rajoy). Incluso en el anterior mandato municipal, en el que la tasa de reposición permitió subir de un 10% a un 50%, según un informe de CTA se perdieron 173 trabajadores más, otro 10%, de una plantilla que ya ha perdido 700 efectivos en los últimos 9 años.
Un departamento que ha visto perder al 25% de su plantilla y que para este 2020 no contempla cubrir ningún puesto, es el de Infraestructuras, donde se gestiona el mantenimiento de jardines, alumbrado público, colegios, edificios públicos, parque móvil y talleres, montajes, etc. Este fin de semana, una pareja de trabajadores de mantenimiento de alumbrado público, cuando iban en una de las antediluvianas furgonetas que aún sirven para reparar las farolas y sus luminarias, escucharon un crujido y notaron como se volcaba hacia la parte izquierda delantera. La rueda se había partido del eje. La furgoneta, una Ford Transit, tiene veinte años, igual que la otra que sigue activa en el parque móvil de Infraestructuras. Miguel López, delegado de CTA, nos comenta el miedo que le han transmitido sus compañeros cuando piensan que podía haber ocurrido esa rotura estando subidos a la canasta que los eleva hasta las luminarias de las farolas. O volviendo de Trassierra o Cerro Muriano, o Alcolea, o Villarrubia. Entienden que han tenido una inmensa fortuna que no saben si volverán a tener, pues esos vehículos que hay en la Delegación tienen 21 años de servicio, más de 300.000 kms (con uso urbano) y más de 12 horas diarias de uso en los años en que había más trabajadores, en tres turnos (más de 12 horas diarias de funcionamiento). Es cierto que pasan la ITV cada seis meses y que los mecánicos de Infraestructuras les hacen una revisión previa, pero ellos se temían que algo así podría ocurrir en algún momento, dada la longevidad de las furgonetas. Hay que destacar que sólo hay cinco mecánicos para el mantenimiento de todo el parque móvil municipal, con lo que las averías se retardan a pesar del trabajo infatigable que Miguel nos asegura que esas cinco personas desempeñan. Para colmo, un camión, con 10 años, también con canasta para elevación y que podía ser el sustituto de la furgoneta, tiene dicha canasta averiada y en vez de repararla está siendo usado sólo para carga. Otro camión lleva tres años desmontado y sin reparar, siendo sustituido por vehículos de alquiler y ahora por una furgoneta de renting que no llega a las farolas más altas, y cuya fiabilidad, deja mucho que desear.
Paradigma se ha puesto en contacto con el dueño de un prestigioso taller de nuestra ciudad y le ha preguntado si es normal que no se detecte a tiempo una avería de este calibre en el que hay en juego vidas, tanto de trabajadores como de peatones. Esta persona nos dice que, aunque tendría que ver la zona concreta dónde ha ocurrido la rotura, puede ser que, si la inspección no es bastante exhaustiva, no se detecte. Pero que lo que es inconcebible es que estos vehículos, con sus características, que han de subirse a bordillos para llegar a las farolas (con el sufrimiento que ello conlleva para todo el eje y las ruedas), con el “trote” que se les da, no se repongan más jóvenes.
En todo caso, volvemos a hablar de que sólo gracias a que las plantillas municipales demuestran dedicación, voluntad y compromiso con su trabajo, el trabajo en el Ayuntamiento de Córdoba sigue saliendo adelante aunque sea de mala manera. Estas situaciones podemos ampliarlas a cualquier servicio, desde el de atención ciudadana al de Cultura, pasando por Seguridad, Bomberos, Personal, Recaudación, Contabilidad, Centro de Proceso de Datos, Contratación, Tesorería, Intervención, Correo y Reparto, Estadística, Consumidores, … Y, como en tantas ocasiones, lo que ocurre en los Ayuntamientos no es sino una decisión política, que adelgaza la gestión directa con personal funcionario o laboral para beneficio de las empresas privadas contratistas, que, como se ha venido demostrando en los últimos años, además hacen el mismo trabajo con personal con salarios de miseria, en condiciones laborales tercermundistas y, encima, salen más caras a las arcas públicas ofreciendo un servicio de peor calidad.
Hace dos días, CTA denunciaba que el programa que usan los bomberos como callejero para llegar a los atestados, que llevan tiempo denunciando que está obsoleto, no funcionaba. El sindicato y, en concreto, los trabajadores del Servicio ponían el acento en la dificultad que ello conlleva para llegar en el menor tiempo posible a las emergencias que se producen, para salvar, nada más y nada menos, que vidas de personas. ¿Llegará el momento en el que el Ayuntamiento que ponga a esas, a las personas, en el centro de las decisiones que toma? ¿O seguirán pensando en entregar nuestro dinero a empresas privadas a pesar de dar peor servicio, de resultar más caras para las arcas públicas y más dañinas para sus trabajadores y trabajadoras? Repetimos. Se trata de una decisión política. No de falta de dinero.
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