Carola Reintjes
“Gobierne quien gobierne, las pensiones no se tocan” ha sido, un día más, la consigna de LA PLATAFORMA CIUDADANA DE CORDOBA POR LA DEFENSA DEL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES. Esta mañana nos convocaron a las 11 de la mañana, como todos los primeros lunes de cada mes, en Capitulares para hacer oír su voz, en viva voz y a través de pancartas con consignas como “Las pensiones ni tocarlas”, “Se buscan ladrones de pensiones” o “Sillón y televisión destruyen tu pensión”. La concentración de carácter reivindicativo reunió a unas 200 personas. A lo largo de los últimos dos años las y los pensionistas han mostrado ser uno de los colectivos de mayor capacidad reivindicativa y de convocatoria, con inolvidables hitos de la movilización ciudadana 2018, para ver cumplidas sus reivindicaciones por unas pensiones justas e dignas después de toda una vida laboral.
Según el portavoz de la Plataforma, José Villamor, las reivindicaciones de la plataforma de Córdoba y del conjunto de las plataformas del país están aún lejos de verse cumplidas. “En la lucha hemos conseguido parte de nuestro objetivo. Nos encontramos con que el año que viene las pensiones se van a revalorizar solo un 0,25%. Solicitamos derogar la reforma que hizo Rajoy en el 2013 y modificar la reforma que hizo Zapatero en el 2011. Solicitamos al gobierno de Pedro Sánchez que mire a la izquierda. Y que pacte al ser posible con Unidas Podemos mejoras sociales entre ellos que las pensiones se revaloricen por ley según el IPC y que la pensión mínima en dos años sea igual al salario mínimo y que la brecha de género en pensiones tienda a desaparecer”.
Amalia Pedraza, también portavoz de la Plataforma, comparte con Paradigma las reivindicaciones para lograr mayor igualdad para las mujeres pensionistas. “El tema de la brecha de género tiene que desaparecer, que sigue dándose por haber estado cuidadando, porque ha habido sueldos menores y porque los contratos a tiempo parcial son para mujeres. Otro tema es el tema de viudad que está castigado a máximo. Son pensiones muy pequeñas, y a veces son viudas jóvenes con cargas y no pueden llegar a fin de mes. Que sea una reforma justa. Estamos viendo siempre que están dando auge a los grandes y a los chicos a machacarlos”.
Las intervenciones dejaron claro que “Con Rivera NO. Ni con ningún partido que no defienda el sistema público de pensiones y pretenda retroceder en derechos”.
El Sistema Público de Pensiones representa la solidaridad intergeneracional y la capacidad de ofrecer un medio de vida a los trabajadores de avanzada edad o incapacitados físicamente para el trabajo, y tiene el fin de proteger a personas jubiladas, incapacitadas para trabajar y a las que se encuentran en situación de orfandad o viudedad.
Según la plataforma, con las políticas económicas neoliberales, la Seguridad Social y las Pensiones Públicas han visto gravemente mermada su función redistributiva de riqueza y, al igual que el resto de instancias públicas, la caída de la recaudación, la destrucción de empleo, la devaluación salarial y de las cotizaciones sociales, plantean sombríos interrogantes sobre su viabilidad futura.
Veamos a continuación un extracto del Manifiesto de la Plataforma cordobesa de defensa del sistema público de pensiones:
“La sostenibilidad de las pensiones es un problema político, no económico, la cuestión es la distribución de la renta. Se pretende que creamos que lo importante para la sostenibilidad es “cuantos son los que producen”, cuando la variable importante es CUANTO SE PRODUCE Y COMO SE REPARTE. Necesitamos políticas que logren aumentar el empleo y los salarios, que frenen el proceso creciente de desigualdad en el reparto de la renta, y con ello se puede hacer frente sin dificultades al mayor gasto en pensiones que se producirá en los próximos años.
La crisis y las políticas de los últimos gobiernos han vaciado la “Hucha de las Pensiones” y a sus efectos negativos sobre los ingresos de la Seguridad Social hay que añadir las bonificaciones a las cuotas empresariales, los gastos corrientes de la Seguridad Social y las tarifas planas que han agravado su déficit.
Los casi 9 millones de pensionistas son el eje sobre el que se ejerce una triple presión: el gobierno con sus reformas, la banca con sus ansias privatizadoras y desde primeros de año, un recrudecimiento de la carestía de la vida que deja en ridículo la miserable subida del 0,25 %. (…) El importe de las pensiones percibidas por la mitad de las mujeres cordobesas con derecho a su cobro, no alcanza la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional de 707,70 euros al mes, siendo esto el resultado de una historia secular de salarios exiguos, que castiga en especial al sector femenino.
Tengamos en cuenta que con las Reformas de 2011 y de 2013, las Pensiones se congelaron, perdieron su índice de revalorización con el Índice de Precios al Consumo, se incrementaron los años de la base reguladora y los años de cotización mínima. Dichas reformas propician las estrategias de los bancos para asumir el control de los recursos de las Pensiones, que a la vuelta de muy poco tiempo, nos dejarán a los pensionistas aún más pobres. (…)
Como consecuencia de todo ello, REIVINDICAMOS:
- La Jubilación ordinaria a los 65 años de edad.
- Avanzar hacia una Pensión mínima y Salario mínimo de 1.080 euros mensuales.
- Revalorización anual de las pensiones según el Índice de Precios al Consumo real.
- Reducción hasta la desaparición de la brecha de género en las pensiones.
- Eliminación de copago/repago farmacéutico y restablecimiento de los derechos sanitarios.
- Que las Pensiones estén realmente garantizadas en la Constitución, e incluidas en los en los Presupuestos Generales del Estado.
Los pensionistas, ante el inmediato agotamiento del Fondo de Reserva, ante la frivolidad con la que juegan con el futuro de millones de personas, con una legislación laboral y fiscal injustas, no tenemos más opción que organizarnos en torno a la defensa del modelo actual, es decir, de los cuatro pilares del Estado de Bienestar, trabajando por un blindaje legal que proteja los recursos de las Pensiones y de la Seguridad Social de las tensiones cíclicas del capital.
Esta lucha recién comenzada, será pública, pacífica y democrática y sin duda percibida como una saludable señal de solidaridad a las generaciones venideras. Queremos que esta movilización vaya desde la calle a las instituciones, alentando a la ciudadanía a proteger lo que es suyo. Hay muchas leyes que revertir y teniendo en cuenta que los intereses que las sustentan son muy poderosos, la lucha será larga.
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