Los líderes políticos españoles no se toman en serio la opinión de la ciudadanía cuando, de forma entusiasta e ilusionada, concurren a las urnas para expresar su decisión. La orden fue clara: tienen que ponerse de acuerdo para gobernar las instituciones en consonancia con lo que el pueblo expresó: las mayorías absolutas ya son parte de la historia. A la derecha, coherente, le resulta fácil, ponerse de acuerdo para repartirse el poder. El tema está en pillar cacho. ¡Qué importa si son corruptos, qué más da si están gobernando treinta años! Da lo mismo que el pacto que se acuerde lo hagan con los extremistas de derecha. Ciudadanos, que llegaron como el baluarte de la decencia de la derecha y los defensores de reformar el modo de hacer política, hoy por hoy se han bajado los pantalones. Albert Rivera mintió al decir que Macron le había felicitado por los acuerdos obtenidos en Andalucía. El Palacio del Elíseo lo desmintió, dejándole con el trasero al aire y el tontorrón ha seguido erre que erre.
Si a la derecha todo le va bien y logran ponerse de acuerdo sin mucha dificultad, la pregunta que me surge de esta aseveración es: ¿Qué le pasa a la izquierda que no se pone de acuerdo?
Creo que aún no se han enterado que siguen los desahucios, que no hay un control del precio de los alquileres para las clases más desfavorecidas, que gracias a la reforma laboral que puso en marcha la derecha dejan a trabajadoras y trabajadores con unos sueldos miserables, llevándolos al umbral de la pobreza o a la misera. Parecen no haberse enterado aún que, con la derecha, estemos inmersos en un claro retroceso de derechos civiles, sociales, educacionales, económicos, sanitarios, y un largo etc. que vamos sufriendo en el devenir de cada día.
Espero que exista un alma caritativa que les diga a estos cenutrios de la izquierda algo para que se pongan de acuerdo, dado que inteligentes analistas comentan que se convocarán nuevas elecciones. ¿Tendrán la cara dura de llamar a la población a otras elecciones generales?
Estos getas están cobrando grandes sueldos por un trabajo que no hacen.
¡¡¡Pedro, los Pablos y Albert!!! ¡¡¡Hay que mandarlos a hacer puñetas!!!!!
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