Tenemos una ciudad en la que nos gusta vivir. Es hermosa y reconocida, sobre todo, por el modo de vida que encierra. Mucha ciudadanía cordobesa ha participado, activa y vigilante, en las políticas municipales que han hecho posible este entorno amable. Algún mérito, mucho, nos concierne a los cordobeses. También hay que reconocer, que las corporaciones municipales de izquierda que votamos y gobernaron durante 32 años, algo han tenido que ver en la realidad que hoy nos acoge.
Por muy indignados que estemos con lo que tenemos, algún instinto de conservación de lo aprovechable, habremos de tener. Ya aprendimos de retrocesos importantes, en los dos mandatos de la derecha del PP (95-99 y 2007-20011). Lo que se nos avecina por el mismo flanco, trae mucha más carga, más formaciones de derecha confabuladas, más ideología de retroceso, en bienestar social, medioambiente, participación, servicios prestados desde la empresa pública …, en igualdad de género que tanto nos duele a las feministas.
El 26 de Mayo, nos va poner a prueba de nuevo, en las votaciones que nos tocan en lo más cercano, las municipales.
Hemos sabido que para preservar estas políticas, aquellas personas, grupos, formaciones políticas que las defendemos, tendríamos que unir fuerzas frente a la derecha. No pudo ser después de haber hablado tanto, como dice la canción,“por esas cosas tan absurdas de la vida”.
Después de las elecciones generales, sus resultados, desde nuestro punto de vista, nos llevan al 26 M, en una tesitura dura para la ciudadanía:
- O se opta por apoyar con el voto a las llamadas izquierdas que han venido sosteniendo las políticas municipales que nos han traído hasta hoy, para poder sumar la mayoría de 15 concejales.
- O nos decantamos por dejar nuestro voto como testimonio personal de fidelidad hacia el resto de grupos a la izquierda, que desgraciadamente, en su compartimentación, se ha puesto en el riesgo de no sumar, sino restar.
En la primera opción, habrá quién se sienta traicionándose a si mismo, a sus ideas, a sus fobias y filias personales, poniendo por delante el no posibilitar que PP, C´s y Vox hagan tabla rasa de la Córdoba que tenemos, imperfecta, pero no necesitada de una nueva “reconquista”.
En la segunda opción, mientras sufrimos como ciudadanos lo que nos depare la derecha, habremos de recomenzar solidariamente la tarea de hacer posible que pasemos del fogonazo heroico en solitaria cruzada, a la diaria, larga y compartida tarea de construirnos juntos cuando pretendamos entrar para transformar, más humanamente, el poder de las Instituciones.
¿Es de esto de lo que se trata ahora, o estamos equivocadas?
Desde el convencimiento que mantiene como lema nuestra organización feminista hace una década, “Más mujeres mejor política” saludamos con los mejores deseos ,a las mujeres presentes en las listas.
Más mujeres en política= más estado de bienestar, más paz,